Lino Abram
Director de McKinsey
¿Cuál es el objetivo de la reforma del Estado? Crear riqueza en el país para generar crecimiento. Y cualquier cosa que se haga orientada a reformar el Estado, tiene que asegurarse de que el crecimiento se dé en el Perú.
Lo primero es asegurar la estabilidad macroeconómica, pero tiene que haber cambios profundos en la regulación. Tenemos que hacer que los mercados funcionen. Acá entra todo lo que tiene que ver con la informalidad.
Cómo reducimos las cargas administrativas, la burocracia. Cómo hacemos que finalmente el aparato estatal sea eficiente, y eso pasa por iniciativas como tercerizar gran parte del sector público para que lo ejecute el privado.
“NO TODO LO TIENE QUE HACER EL ESTADO, SE PUEDE TERCERIZAR”
José Luis Escaffi
Socio de APOYO
¿Acaso todo lo tiene que hacer el Estado, lo tiene que hacer personal uniformado como funcionario público? No, y el propio Estado lo ha reconocido cuando generó leyes para asociaciones público-privadas.
La primera pregunta es si debe existir esa entidad o si debe o no existir esa función pública. Los que se queden en el Estado tienen que estar en el servicio civil. Necesitamos unos pocos buenos que regulen bien, y que sancionen justamente a los que incumplan las normas.
Si no creamos condiciones para la salida de los que no son eficientes entonces hay una injusticia para los que están en la sociedad y quisieran eventualmente entrar al servicio público.
El gran problema es el fantasma de la Contraloría. Nadie a definido la frontera fina entre falla, error y delito. SERVIR tiene un gran rol en mejorar todo el sistema de control.
“LA FINALIDAD ES ALGO MÁS ELEMENTAL, ES EL BIEN COMÚN”
José Ricardo Stok
Vicerrector de la Universidad de Piura
Discrepo en que la finalidad de la reforma del Estado sea el crecimiento, porque podemos lograr crecimiento con un Estado autoritario, avasallador y elefantiásico. El crecimiento será una consecuencia de una reforma del Estado, pero no debe ser la finalidad.
La finalidad mas bien está en algo muy elemental, que es el bien común. Es decir, servir al ciudadano para que pueda desarrollarse de la mejor manera. No es el tamaño del Estado sino la dirección del Estado. Las personas son la base.
Un punto importantísimo es cómo se quiere que sea un sector, y debe reunir ahí a los actores involucrados, no solo empresas privadas, sino gremios, y no sólo empresariales sino también sindicales.
El país está en una situación estupenda para este tipo de tareas. Hablan de una desaceleración de la economía. Pero no hablemos de cuentos, estamos felices incluso con el nivel de desaceleración que tenemos. Podemos mejorarlo y vamos a mejorarlo. Hay que contribuir. Hace falta una superdosis de optimismo a la vena del empresario, del funcionario público, de todos.
Mira todas las entregas de la Mesa de Reforma del Estado
- La reforma del Estado o el reto de transformar una burocracia kafkiana
- Los puestos de confianza abren la puerta al clientelismo
- El cambio tiene que venir de una conducción del sector privado