Tres de cada cuatro chilenos quiere que las empresas mineras paguen más impuestos para solucionar los problemas más urgentes del principal productor mundial de cobre, reveló hoy un sondeo de la consultora MORI.
Según la encuesta, un 74% de los entrevistados estimó que la industria minera debe desembolsar más en impuestos, lo que representa un alza de 14 puntos porcentuales respecto a la medición de hace cuatro años.
“Hay un reconocimiento (de que este sector) aporta más que el estado (…) en la medida que los chilenos ven en el dinero de la minería una fuente de solución de sus problemas”, dijo en un informe Marta Lagos, directora de MORI.
“Ya sea en el ámbito privado o en el público, la minería es fuente de desarrollo para los chilenos”, agregó en el marco de un foro internacional de la minería del cobre que se realiza esta semana en Santiago.
La encuesta de MORI abarcó un total de 1,200 casos con un error muestral del 3%. La industria del cobre en Chile está liderada por la estatal Codelco. Además participan gigantes internacionales como BHP Billiton, Glencore Xstrata, Anglo American y Antofagasta Minerals.
El deseo de los chilenos de elevar los impuestos a la minería se conoce paralelamente al envío al Congreso por parte del Gobierno de la mandataria socialista Michelle Bachelet de un proyecto de reforma tributaria, que contempla elevar el impuesto de primera categoría de las grandes empresas a un 25 por ciento desde el 20% actual.
La iniciativa no considera cambios impositivos específicamente al sector minero.
Bachelet sí planea desmantelar beneficios asociados a la reinversión de las utilidades de las empresas. Hasta ahora, muchas de las compañías pueden hacer uso de un sistema que les permite pagar impuestos sólo sobre las utilidades que retiran.
La sensibilidad de los chilenos respecto a los impuestos que pagan las mineras es especialmente alta ya que el cobre, sin incluir otros subsectores, es la principal exportación del país.
En el 2013, los ingresos del metal representaron más de la mitad de los envíos totales del país, que alcanzaron a US$ 77,367 millones.
La última vez que se gravó con un impuesto especial a la minería fue en el 2011, en pleno Gobierno del conservador Sebastián Piñera, para financiar parte de la reconstrucción de un devastador terremoto y tsunami que azotó un año antes al centro y sur del país