(Reuters).- Los precios globales de las materias primas eran presionadas con fuerza hoy ante el continuo desplome del petróleo y después de que el Banco Mundial redujo su pronóstico de crecimiento global ante decepcionantes perspectivas económicas en la zona euro y Asia.
Los precios del petróleo ampliaban sus pérdidas. El contrato referencial cotizaba por debajo de US$ 46 por barril, una caída de casi 60% desde fines de junio, mientras que los futuros del cobre, a menudo considerados como un barómetro de la demanda industrial, bajaban más del 6% por debajo de US$ 5,500 por tonelada a niveles vistos por última vez en el 2009.
En los mercados de carbón, los contratos en Europa han perdido un 25% de su valor en las últimas ocho semanas a US$ 57.70 por tonelada, dado que el exceso de suministros se sumaba al impacto de una reducida demanda.
El desplome de precios se produjo luego de que el Banco Mundial recortó ayer su panorama de crecimiento global para este año y el próximo, debido a desalentadoras perspectivas económicas en la zona euro, Asia y algunos mercados emergentes importantes, lo que contrarrestará los beneficios de una caída en los precios del petróleo.
El prestamista internacional pronosticó que la economía mundial crecería un 3% este año, por debajo de la proyección previa del 3.4% de junio, y un 3.3% en el 2016, debajo de la estimación de junio de un 3.5%.
Aunque la fuerte baja en los precios de las materias primas son buenas noticias para las familias y la industria dado que los costos de la energía y los productos básicos caen, ejerce una presión deflacionaria en muchas economías.
El Indice de Precios al Consumidor (IPC) en la región ASEAN (Asociación de Naciones del Asia Sudoriental) ha caído en territorio deflacionario recientemente por la baja del petróleo, dijo el banco estadounidense Morgan Stanley el miércoles, aunque destacó que la inflación subyacente, que excluye variaciones excepcionales en los precios, se ha mantenido fuerte.
“Estimamos que cada descenso de 10% en los precios del petróleo reduciría el IPC en 24 puntos”, dijo en una nota.
En la energía, los precios han caído por un enorme exceso de capacidad.
El petróleo, el combustible más importante para el transporte, ha estado plagado de un emergente exceso de suministros dado que el aumento de la producción de crudo no convencional en Norteamérica se ha sumado al creciente bombeo en otros países, como Rusia o el cartel de la OPEP, liderado por la región del Golfo Pérsico, rica en petróleo.
En el cobre, no obstante, un esperado pequeño superávit en el 2015 ya está comenzando a disminuir, sugiriendo que los compradores podrían pronto beneficiarse de los bajos precios.
El carbón, el combustible más utilizado en el sector de generación de energía, ha registrado un aumento en la capacidad en los últimos cinco años mientras que la demanda en importantes mercados como Europa, Estados Unidos y también China ha disminuido ante un creciente uso de fuentes alternativas como las energías renovables o el gas natural.