AP.- Un cuarto líder empresarial renunció el martes a un panel de asesores del presidente de Estados Unidos, en la señal más reciente de descontento después de la respuesta inicial de Donald Trump a la violencia de supremacistas blancos en Charlottesville, Virginia, el fin de semana.
El grupo de líderes que han preferido apartarse del panel informal de la Casa Blanca, creado hace años para asesorar al presidente estadounidense, incluye ahora a los directores generales del laboratorio farmacéutico Merck, la empresa de artículos deportivos Under Armour y la tecnológica Intel, así como al presidente de la Alliance for American Manufacturing, que congrega a las fábricas de Estados Unidos.
El presidente de la Alliance for American Manufacturing, Scott Paul, tuiteó simplemente: “Estoy renunciando a la Iniciativa de Empleos en Fábricas porque creo que es lo correcto”. Minutos después del tuit, los reporteros de The Associated Press trataron de contactar a Paul por teléfono, pero las llamadas estaban siendo enviadas a su correo de voz.
El director general de Wal-Mart, Doug McMillon, se unió al coro. En un mensaje a los empleados, en alusión a Trump, escribió: “Nosotros también sentimos que él perdió una oportunidad crítica para unir a nuestro país al rechazar inequívocamente las acciones espantosas de los supremacistas blancos”.
Sin embargo, McMillon cuya cadena de tiendas tiene clientes de todas las facetas del espectro político no se refirió a su propia posición en otro panel asesor de Trump.
Los líderes corporativos han estado dispuestos a trabajar con Trump en analizar los impuestos, el comercio y la reducción de las regulaciones, pero cada vez más se topan con diferencias culturales y sociales debido a su estilo de liderazgo. Los directores generales que abandonaron el panel fueron rápidamente fustigados por Trump.
El martes, Trump tuiteó: “Por cada CEO que abandona el Consejo de Manufactura, tengo muchos con los cuales ocupar su lugar”.
Posteriormente, en conferencia de prensa, dijo que los ejecutivos que renunciaron lo hacen “avergonzados” y que “no toman su trabajo con seriedad”.
El director general de Merck, Kenneth Frazier, uno de los cuatro únicos empresarios de raza negra que dirigen una compañía en la lista de las 500 más grandes de la revista Fortune, fue el primero en presentar su renuncia el lunes. La respuesta del presidente fue un puñetazo digital inmediato contra Frazier: Trump tuiteó que Frazier ahora “¡tendrá más tiempo para REDUCIR LOS PRECIOS EXORBITANTES DE LOS MEDICAMENTOS!”.
Luego vinieron las dimisiones de los directivos de Under Armour, Kevin Plank, y de Intel, Brian Krzanich.
Austan Goolsbee, un ex economista en jefe de Barack Obama cuando fue presidente de Estados Unidos, dijo que las salidas indican que la respuesta del presidente a la violencia en Charlottesville que causó la muerte de una mujer y heridas a varias decenas podría enajenar a los que trabajan para las empresas y a quienes compran los productos y servicios que venden.
“Es sin duda una señal de que las cosas más controvertidas de Trump no les vienen bien a las compañías cuyas ventas están dirigidas al estadounidense promedio”, dijo Goolsbee, que ahora es profesor de la Universidad de Chicago.
Previamente, hubo salidas similares de dos consejos importantes creados por el gobierno de Trump y que estaban vinculados a las políticas del presidente.
El director general de Tesla, Elon Musk, renunció al consejo de fabricación en junio y a otros dos grupos asesores del presidente después de que la Casa Blanca decidió retirar a Estados Unidos del Acuerdo Climático de París. El presidente y director general de Walt Disney Co., Bob Iger, renunció por el mismo motivo del Foro Estratégico y de Política del Presidente.
El panel asesor en asuntos laborales de la industria manufacturera tenía 28 miembros inicialmente, pero se ha reducido desde que se formó a principios de este año a medida que los ejecutivos se han retirado, son reemplazados o, simplemente han renunciado, como Frazier, Musk, Plank, Paul y Krzanich.