La polémica intención del Estado por comprar de la refinería La Pampilla y los grifos de Repsol debe debatirse ampliamente para evitar “malos manejos” en el futuro, advirtió Luis Felipe Arizmendi, presidente de GPI Asset Management.
“La compra de Repsol no puede convertirse en un botín político. Sería muy fácil en tiempos de campaña bajar el precio del petróleo o la gasolina. El Gobierno estará tentado a manipular las cosas para ganar unos cuantos votos”, advirtió.
La experiencia –indicó el analista- demuestra que por lo general el Estado es un mal gerente y tiende a politizar su actividad empresarial. “Debemos pensar si es conveniente para todos”, acotó.
“No tengo duda de la capacidad técnica de Petroperú para participar en la actividad de refinación como rol subsidiario, como lo hace en Talara. Pero debemos analizar si es factible en el marco de la constitución”, remarcó.
El analista recordó además que otros competidores, como el Grupo Romero, están interesados en comprar los activos de la firma española.
¿Petroperú en bolsa?
Arizmendi considera que Petroperú debe cotizar en bolsa, permaneciendo entre el 12% y 15% del patrimonio en manos de accionariado difundido, como es el caso de Ecopetrol en Colombia o Petrobras de Brasil. “Yo he dicho esto desde hace muchos años”, aclaró.