Durante la “década dorada”, el Perú vio una reducción porcentual de sus puestos de trabajo en agricultura, pero estos se trasladaron a sectores más productivos, tal como ha ocurrido en otros países en desarrollo, Luis Carranza, presidente del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).
“Este es un paso importante, todos los países que han transitado procesos de desarrollo, ven una disminución relativa de la PEA en agricultura y se traslada a servicios, comercio y manufactura. Eso se ha dado en el Perú”, dijo el exministro de Economía peruano Luis Carranza.
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Para Carranza, el crecimiento ocurrió en dos sectores que “están en los extremos”: la agricultura y la minería. Dijo que el primer sector es el de “nivel absoluto más bajo en torno a productividad laboral”.
El 2004, la Población Económicamente Activa (PEA) en el sector agricultura era de 33%, mientras que hoy 2017 se encuentra en un 25% de la PEA.
Sin embargo, el sector agricultura moderna, o de exportación, ha alcanzado 1 millón de puestos de trabajo. Para Carranza, este es uno de los “responsables del aumento de la productividad de la década de oro”.
“Cuando crecimos 6% en promedio durante 10 años, la mitad estuvo explicado por productividad total de factores. El sector con mayor crecimiento de productividad laboral fue este de agricultura”, dijo Luis Carranza.
“Esto no tuvo nada que ver con el precio del cobre, sino con un esfuerzo sostenido y políticas públicas”, agregó durante el XI Foro Internacional de Economía: Rumbo al Bicentenario organizado por la Cámara de Comercio de Lima (CCL).
En cuanto a minería, señaló que el alza de los precios de commodities “impulsó un primer crecimiento de la inversión y ahora de la producción”. Este crecimiento “sirvió para financiar el esfuerzo de construir infraestructura, que tiene rol fundamental en el desarrollo de las sociedades”, dijo Carranza.
Para el exministro, la infraestructura es la principal cadena de transmisión entre parte económica y social, mientras que las políticas públicas en educación pueden delinear una diferencia entre una “clase media” y “clase media educada”. “Al tener clases medias tenemos mano de obra para sectores derivados”, comentó.
“La función de CAF es hacer que estas correas de transmisión funcionen. Si no las generamos, los esfuerzos van a resultar esporádicos”, concluyó Carranza.
CAF
Por otro lado, Carranza comentó que el 10.2% del monto de la cartera de proyectos de CAF está invertido en el Perú.
La CAF, una institución que nació con países andinos que no tenían grado de inversión, ahora maneja activos por US$ 35,669 millones, así como un patrimonio de US$ 10,474 millones y pasivos de US$ 25,2195 millones.
Asimismo, solo apalanca el 80% de sus activos en bonos soberanos y 20% en no-soberanos.