Las expectativas económicas fueron golpeadas hoy con un crecimiento decepcionante del PBI de mayo en 1.84%. Sin embargo, Juan José Marthans, economista del PAD de la Universidad de Piura, opinó que las perspectivas no deben sujetarse a la evolución del PBI mensual, sino a una tendencia de mediano plazo y los fundamentos de nuestra economía.
Según el informe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la actividad productiva nacional registró una variación positiva de 3.57% entre enero y mayo, mostrando crecimiento en todos los sectores, y en el periodo anualizado (junio 2013 a mayo 2014) se expandió 5.07%.
Este último dato anualizado de 5.07% resaltó Marthans, pues lo considera dentro del rango esperado (entre 5 y 6%) del crecimiento de la economía peruana, y en cambio, fijarnos únicamente en un dato mensual (1.84%) no es recomendable debido a las buenas perspectivas de la economía hacia el 2016.
“Debemos entender las cifras, una mala interpretación de ellas podría llevarnos a tomar malas decisiones del lado empresarial. Lo que se aprecia como desaceleración es un común denominador en toda América Latina. Desde Chile hasta Brasil, las cifras de producción se han desacelerado. En Perú, lamentablemente, conjuntamente con el choque externo, se han dado baches en la inversión privada que no han sido apropiadamente compensados por la inversión pública. Así, la política contracíclica no ha operado correctamente y ha llevado a una suerte de desaceleración tal como lo ha anunciado el INEI”, recalcó.
El economista afirmó que el impacto de la desaceleración va por el lado de la inversión extranjera directa (IED). De esta manera, el año pasado la inversión doméstica no se contrajo, sino la inversión extranjera es la que realmente ha retraído la dinámica de inversión en el Perú.
“Eso no es ajeno en América Latina, ya que el año pasado la IED se contrajo en US$ 2,000 millones. La inversión privada doméstica, no obstante los problemas que enfrentamos, creció”, acotó.
El INEI informó que a nivel de sectores, la minería e hidrocarburos, manufactura y pesca registraron un leve descenso. Pero Marthans resaltó que el problema de fondo no está en los sectores en el corto plazo, ya que el análisis debe abarcar un horizonte de más largo aliento.
¿Este comportamiento es superable en corto plazo? El economista respondió que sí, ya que se espera que a partir del segundo semestre la economía retome su recuperación dinámica apoyada en tres elementos:
Tasa de inversión:
Según Marthans, nuestra tasa de inversión sigue siendo una de las más altas a nivel de América Latina (27 y 28% del PBI), y eso es una buena señal que brindará un impulso al PBI.
Precios de commodities:
El catedrático aseguró que no espera una contracción extrema en la tendencia de los precios de commodities, porque la posibilidad de ajuste económico extremo de China es improbable. Ademas, estos últimos meses serán favorables para el impacto de la recuperación parcial de la economía norteamericana.
Factor minero:
El economista afirmó que los retrasos en ciertos proyectos mineros como Toromocho han mermado el crecimiento del sector, pero la prospectiva para los próximos 2 años es buena y alentadora.
En ese escenario, el docente no cree que en el 2015 o 2016 la economía crezca por debajo del 5%. “En promedio, deberíamos crecer en torno al 6%”, agregó.
¿Y si los proyectos mineros se paralizan o concluyen?
Marthans respondió que la producción de cobre le agregaría valor a la estimación del PBI en los próximos años. Hasta la orientación incremental del impuesto a la renta anunciado por el Gobierno chileno de Bachelet genera buenas condiciones para que el capital externo decida por la minería peruana.
De esta manera, el sector minero caminaría en un sendero positivo y la producción de cobre se beneficiaría en gran manera.