TOKIO, (Reuters) .- El Gobierno de Japón propondrá un presupuesto récord para el próximo año fiscal de más de US$ 800,000 millones y recortará el endeudamiento por tercer año, en momentos en que el primer ministro Shinzo Abe busca mantener la expansión y a la vez reducir la mayor carga de deuda del mundo industrializado.
El tercer presupuesto anual desde que Abe llegó al poder a fines del 2012 también destaca sus dificultades para contener los crecientes costos del bienestar social en una sociedad que envejece rápidamente, al tiempo que busca elevar los gastos en áreas como defensa.
El borrador de presupuesto de 96 billones de yenes (813,000 millones de dólares) para el año fiscal que comienza en abril, el cual debe ser aprobado el miércoles por el Gabinete y enviado a la próxima sesión plena del Parlamento, es mayor a la suma inicial acordada de 95.9 billones de yenes, dijeron a Reuters dos funcionarios del Gobierno.
Pero las restricciones al gasto y un aumento en el impuesto a la renta cuando la economía se recupera permite al Gobierno reducir la emisión de deuda en 4.4 billones de yenes a 36.9 billones de yenes, el tercer descenso consecutivo y el menor nivel en seis años, dijeron funcionarios.
La mejoría en el panorama fiscal ayudará a Abe a recortar la deuda pública de Japón, que se sitúa muy por encima del doble del PIB del país tras varios años de un crecimiento débil y enormes gastos para medidas de estímulo monetario.
El presupuesto para el año próximo sigue a una asignación adicional de 3.1 billones de yenes para el actual año fiscal, aprobada esta semana.
Puesto que el déficit presupuestario – excluyendo nuevas emisiones de bonos y pagos de bonos – se proyecta en casi un 3 por ciento del PIB para el año fiscal 2015/16, Abe cumplirá con la promesa de su Gobierno recortar el ratio de deuda desde los niveles del 2010/11.
Sin embargo, cálculos del Ministerio de Finanzas muestran que la meta de equilibrar el presupuesto para el periodo 2020/11 sigue siendo demasiado ambiciosa.
Abe elevó el impuesto nacional a las ventas en abril a 8 por ciento desde el 5 por ciento, uno de los factores que envió a la recesión a la tercera mayor economía del mundo. El primer ministro pospuso un segundo incremento del tributo, al 10 por ciento, en 18 meses hasta abril del 2017, pero la prevista recuperación de la economía bajo las políticas expansivas del actual Gobierno impulsaría la recaudación fiscal el próximo año.
El borrador presupuestario proyecta que la recaudación fiscal subirá 4.5 billones de yenes a 54.5 billones de yenes, según funcionarios, lo que de alguna manera aliviaría la necesidad de emitir más deuda. Se prevé además que la deuda financiará cerca del 38 por ciento del presupuesto del próximo año, por debajo del 43 por ciento actual.