Las corrientes de inversión extranjera directa (IED) hacia el Perú descendieron en un 17% (US$ 10,000 millones), debido al recorte de la reinversión de beneficios como resultado del descenso de los precios de los principales productos mineros de exportación, como el cobre y el oro.
En años anteriores, el crecimiento de la IED fue impulsado por América del Sur, pero en el 2013 las corrientes de IED dirigidas hacia esa subregión se redujeron, después de tres años consecutivos de fuerte crecimiento.
Así, uno de los principales países receptores de América del Sur, Brasil, registró una ligera disminución global del 2%. Luego aparece Perú con su descenso de 17%.
Las corrientes de IED hacia el sector primario y hacia ramas de la producción como los vehículos de motor, electrónica y bebidas, aumentaron considerablemente, a pesar de que las corrientes dirigidas a la industria manufacturera y los servicios disminuyeron en su conjunto.
Por otro lado, las corrientes de IED hacia Chile y Argentina se redujeron en un 29% y un 25%, respectivamente, debido a la disminución de la IED en el sector minero.
En cambio, las corrientes de IED hacia Colombia aumentaron 8%, hasta alcanzar US$ 17,000 millones, debido en gran parte a las actividades transfronterizas de fusión y adquisición en los sectores de electricidad y la banca.
Y en la República Bolivariana de Venezuela se registró un fuerte aumento de la IED (119%, en torno a US$ 7,000 millones).
En total, las corrientes de IED hacia América Central y el Caribe aumentaron el 64% hasta alcanzar los US$ 49,000 millones, debido a la adquisición por un monto de US$ 18,000 millones, de las acciones restantes del Grupo Modelo por la cervecera belga Anheuser-Busch InBev, lo que duplicó con creces la entrada de IED en México, cifrada en US$ 38,000 millones.
También se registraron aumentos en Costa Rica (14%), Guatemala y Nicaragua (5%). Las salidas de IED de América Latina y el Caribe se redujeron en un 31%, por valor de US$ 33,000 millones, principalmente por un estancamiento de las adquisiciones en el extranjero y del fuerte incremento de los reembolsos de los préstamos a las empresas matrices por filiales extranjeras de empresas transnacionales brasileñas y chilenas.
Con respecto al futuro, el informe señala que “las nuevas oportunidades para los inversores extranjeros en los sectores del petróleo y el gas, como el gas de esquisto en la Argentina y la reforma energética en México, auguran perspectivas interesantes para la IED en la región”.
Asimismo, el informe destaca el crecimiento de la industria automovilística en Brasil y en México, y la atracción que el sector ejerce para las IED.
En general, en 2013, los flujos mundiales de IED se situaron en US$ 1.45 billones, un aumento del 9% con respecto al año anterior.
Las proyecciones de la UNCTAD apuntan a un aumento de los flujos mundiales de IED hasta un total de US$ 1.6 billones en 2014, US$ 1.75 billones en 2015 y US$ 1.85 billones en 2016, impulsado principalmente por las inversiones en las economías desarrolladas.
Estos son los cinco principales receptores de IED en América Latina y el Caribe en 2012 y 2013 (miles de millones de dólares de EE.UU.):