INIA lanza nueva tecnología que permitirá competir con Chile en la producción de madera

La tecnología permitirá la producción en simultáneo de madera de calidad y café. Además, implicará un bajo nivel de inversión que permitirá ser usado por pequeños y medianos productores del Perú.

El Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri) a través del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) ha demostrado que es posible incrementar la productividad de la tierra en amplias regiones de la selva alta con el uso de una tecnología que permite la producción en simultáneo de madera de calidad y café. De llevarse a cabo, podría pasar a competir con Chile, el principal exportador de madera de pino del continente.

Este modelo de sinergia agroforestal, desarrollada a partir de la introducción de árboles de pinos en zonas cafetaleras de Villa Rica, tiene la ventaja de elevar las oportunidades de negocio y revalorizar las propiedades.

La tecnología, perfeccionada a lo largo de 30 años por el INIA, implica un bajo nivel de inversión, lo que permitiría su uso y masificación entre los pequeños y medianos productores del país.

El lanzamiento (liberación) de esta tecnología, puesta a disposición de los productores a nivel nacional se realizó en la localidad de Villa Rica, Oxapampa (Junín).

“El estudio ha comprobado que es posible la convivencia entre pinos y cafetales: ambos se asocian sin problemas. Esto significa un máximo sistema de beneficio 2×1 de la tierra: dos productos de alto valor comercial desarrollados en un solo espacio –explica el ingeniero Auberto Ricse, el responsable de esta tecnología en el INIA–. Con esta tecnología el agricultor podrá contar con café y madera y, a la vez, aumentar la rentabilidad de sus propiedades”.

En las zonas de ensayos, por hectárea, se extrae de 481 a 667 metros cúbicos de madera de pino, mientras que de café se obtiene 25 a 30 quintales de café orgánico.

De replicarse este modelo en otras zonas de la selva, pronto el Perú podría pasar a competir con Chile, el principal exportador de madera de pino del continente.

“A estas ventajas comerciales habría que agregarle la ecológica: en una determinada proporción los pinos, por su densidad y volumen de las copas, pueden capturar hasta 80 toneladas de carbono por hectárea al año”, afirma el investigador del INIA.

Los pinos sembrados en Villa Rica lograron alcanzar 25 metros de altura y 57.5 centímetros de diámetro. Las ganancias para aquellos productores que decidan aplicar esta tecnología son de 6 a 8 veces el monto de su inversión inicial, según cálculos del Instituto Nacional de Innovación Agraria.

“Se necesitan S/. 2,335 por hectárea para establecer los pinos en los primeros 2 años: ese monto cubre la limpieza del terreno, el sembrado, los cuidados de los árboles y la mano de obra –indica Auberto Ricse–. Conforme el árbol crece su mantenimiento se reduce. Desde el momento de la plantación hasta el de la producción –5 años después como mínimo–, el productor solo deberá invertir una suma cercana a los S/. 1,620 soles”.

El tiempo es determinante para el tipo de negocio: si se requiere obtener celulosa para la industria del papel, solo habría que esperar 5 años. Si es para muebles, 14 años. Y si es para construcción de viviendas (como madera para techos y puertas), 20 años.

El esquema productivo del INIA puede ser adoptado no solo con pino, sino también con otras especies como el nogal, el ciprés, el eucalipto y ulcumanu (una especie nativa conífera).

La entidad afirmó que las condiciones de suelo donde se han hecho los experimentos son las mismas que se repiten en muchos lugares de la selva del Perú. Por lo tanto este modelo de ecosistema se puede replicar con éxito a otras regiones.

Los productores preocupados por la máxima rentabilidad sin alterar el medio ambiente podrían utilizar la tecnología del INIA para reforestar sus territorios.

Cabe aclarar que la introducción de pino no hace aumentar la producción de café: esta se mantiene igual como con otros árboles. El experimento no comprendía ese objetivo.

La tecnología, titulada “Crecimiento y productividad maderera de las plantaciones forestales de especies y procedencias del género Pinus de 30 años en la Selva Alta del Perú”, ha sido desarrollada por el INIA desde inicios de la década de 1980 con los proyectos “Reforestación en Selva Central” y “Desarrollo Forestal y Agroforestal en Selva Central” en la selva alta de las provincias de Oxapampa de la región Pasco y los valles de las provincias de Satipo y Chanchamayo de la región Junín.

El objetivo del proyecto era comparar el comportamiento inicial de las 12 procedencias de semillas de pino de las especies Pinus oocarpa, Pinus caribaea y Pinus patula ssp. Tecunumanii para encontrar las mejores: las que tuvieran mayor adaptación y crecimiento en las condiciones ambientales de la selva alta en Villa Rica y Oxapampa. Las investigaciones del INIA se realizaron en convenio con productores de la zona.

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