El incremento salarial de los ministros es bien merecido pero debió darse con gradualidad o buscar otras alternativas que no generen una disconformidad debido a los diferenciales entre aquellos sueldos y la remuneración mínima vital (RMV), manifestó Eduardo Court, director de estudios financieros de CENTRUM Católica.
“Esta decisión es buena, pero políticamente es incorrecta. No estoy en contra, pero la oportunidad y el contexto no fue la adecuada”, afirmó el especialista.
El punto débil y clave es saber por qué merecerían este aumento de sueldos, ya que no hay una manera de saber y medir el rendimiento de estos funcionarios, debido a que los nombramientos ministeriales en el Perú son por afinidad con el mandatario o algún partido político, aseguró Court.
Por tal motivo no se podría considerar al aumento salarial como un premio a través de la meritocracia, tal como lo enunció el ministro Castilla, agregó el economista.
El especialista argumentó que los sectores educación, salud y seguridad nacional (policías) deberían tener una mejora salarial advirtiendo que “no debemos exacerbar la forma de pensar de la gente que gana menos, aumentándoles a unos pocos una cifra que duplica la realidad”.
En orden de seguir un sistema progresivo del incremento salarial, el economista recomendó lo siguiente:
Incremento sobre la remuneración mínima vital
Court apoyó el incremento gradual de un porcentaje sobre la RMV, de tal manera que cuando se incremente ésta, el sueldo ministerial también lo haga en el mismo orden. Así la variación se daría en tasas parejas.
Indudablemente este aumento en la RMV tiene que corresponder al crecimiento de la economía y a los márgenes de ganancia de las empresas. Por ello se requiere competitividad empresarial para que este incremento salarial vaya acorde con el desarrollo del país y del sector mismo, agregó.
La meritocracia
El economista se preguntó ¿cuáles son los elementos que nos permiten demostrar la buena gestión de estos funcionarios en el país?. La solución es premiar el desarrollo del talento y capacidades mediante una adecuada remuneración, esto es, la meritocracia. Cuando estos elementos sean medidos – agregó – corresponderá adecuadamente un incremento salarial.