(Bloomberg).- Cuando el secretario de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, lanzó la idea de pagar por un muro fronterizo con un impuesto del 20% a las importaciones mexicanas, las cervezas se desinflaron.

Las acciones de Constellation Brands Inc., con sede en Víctor, Nueva York, empezaron a bajar el jueves. La compañía genera casi el 70% de su ganancia con la importación de marcas mexicanas como Corona y Modelo, y los inversionistas temieron que se vería afectada por el nuevo impuesto.

Constellation no es la única, para nada, en enfrentar el juicio final en caso de que se impongan impuestos o aranceles. Compañías estadounidenses fabricantes de autos como General Motors Co., hasta minoristas como Wal-Mart Stores Inc. y Kroger Co. también padecerían.

Las hostilidades entre el presidente Donald Trump y su homólogo mexicano, Enrique Peña Nieto, podrían descarrilar US$ 584,000 millones en actividad comercial entre las naciones fronterizas.

La relación ha hecho que las cadenas de suministro estén densamente interconectadas: los materiales y las partes hechas en Estados Unidos corresponden al 40% de los productos que México exporta a Estados Unidos. En tanto, México es el segundo mayor mercado de exportación para Estados Unidos, y el tercer mayor proveedor de bienes importados.

“Dado que las economías están tan integradas, las industrias que se verían afectadas son extremadamente amplias”, observó Caitlin Webber, analista de comercio para Bloomberg Intelligence.

“Cuesta pensar en un sector estadounidense que no resulte tocado si hubiera una guerra comercial a toda escala con México. De verdad provocaría caos en la economía”.

Globo tributario
El presidente mexicano anuló su viaje a Washington luego de que Trump manifestó que él daría cumplimiento a sus promesas de campaña de reescribir el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y que cobraría a México por construir un muro fronterizo.

Spicer respondió entonces señalando que Estados Unidos impondría un impuesto del 20% a todas las importaciones mexicanas, una noción que posteriormente dijo que era solo una idea para financiar el muro. Separadamente, republicanos del congreso han estado presionando por un impuesto a todas las importaciones de Estados Unidos como parte de sus esfuerzos para reescribir el código corporativo.

Es probable que Trump imponga un arancel temporal con su propia autoridad, pero necesitaría que el Congreso imponga lo que se conoce como impuesto fronterizo ajustable a los bienes importados, según Webber.

Sin duda, México tomaría represalias con sus propios aranceles y podría revocar los beneficios TLCAN para los exportadores estadounidenses, observó ella.

Fin de semana mexicano
Se estima que un tercio de los bienes importados desde México el año pasado fueron vendidos a minoristas estadounidenses, según la firma consultora de Washington Trade Partnership.

El dolor de una guerra comercial se extendería a muchísimas facetas de la vida estadounidense. Imagínese sentado en una silla de terraza en el patio que usted construyó durante el fin de semana, bebiendo una rica margarita. Va vestido con shorts Bermuda. Y México lo ayudó en todo momento:

• Home Depot Inc., que vende equipo para pavimentar y hacer jardines, tiene operaciones de externalización en México, y en el 2015 Estados Unidos importó US$ 10,700 millones en muebles.

• Es probable que el precio de su tequila sería mayor. Entre el 2010 y 2015, el consumo del licor subió un 30% por volumen en Estados Unidos, más que cualquier otra categoría de alcohol salvo el coñac, según Euromonitor International. Eso motivó a las mayores destilerías del mundo –Diageo Y Pernod Ricard- a elevar su inversión en México.

*¿Y esos pantalones cortos a la moda? La nación importó US$3.700 millones en vestuario y accesorios desde México.

Trump ha señalado que el vecino sur de Estados Unidos se ha aprovechado al no abordar los déficit en comercio y seguridad fronteriza, y enviando inmigrantes indocumentados que cometen delitos y diluyen los mercados laborales.

Solo una barrera física –pagada por México- puede resolver el problema, según ha afirmado. Pero en realidad son los compradores estadounidenses quienes financiarían el muro, según la National Retail Federation, un grupo de presión de la industria.