De acuerdo con un informe del Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural – Rimisp, Ilo e Ica son las provincias que lideran el ranking nacional de generación de empleos de calidad, es decir, puestos con ingresos suficientes, formalizados por un contrato y beneficios de salud y previsión social.
El estudio, que analiza seis casos en Perú, Brasil y Nicaragua, sostiene que Ilo tiene como sector predominante a la minería, por lo que ostenta el primer lugar en el índice de trabajo decente nacional. Su situación se explica por la conformación de una estructura productiva piramidal que favorece el empleo asalariado al articular a las grandes empresas con las pymes, y la tradición local de negociación colectiva y sindicalismo.
En tanto, Ica presenta a la agroexportación como sector económico predominante y registra el segundo lugar en el listado. Según el informe, los principales factores que pesan en esa provincia son la micronegociación laboral en un contexto de alta demanda de trabajo, y la presión ejercida por la observación internacional en el cumplimiento de las normas laborales.
El “Informe Latinoamericano sobre Pobreza y Desigualdad 2013: Empleo de calidad y territorio” demuestra que la generación de empleo de calidad está determinada por la forma en que interactúan tres grupos de factores: el tipo de estructura productiva del territorio, las políticas públicas implementadas y el grado de sindicalización, llamado también “diálogo social”.
Para los responsables del estudio de los casos peruanos, la socióloga Mariana Barreto y el investigador Raúl Hernández Asensio sostienen que Ilo constituye un modelo de relaciones laborales denominado “clásico”, mientras que Ica tiene un modelo “post-reforma”, es decir, después del Consenso de Washington.
“El gran reto que enfrentan tanto Ilo e Ica, con sus modelos de generación de empleo respectivos, es la sostenibilidad y consolidación de los mismos, ya que no son perfectos y aún hay varios aspectos que deben mejorar para hablar de casos exitosos. Se trata de modelos distintos y habrá que ver cómo evolucionan en el futuro”, señaló Hernández Asensio.
“El argumento del informe plantea que el lugar donde nacen y viven las personas en América Latina determina fuertemente sus oportunidades de acceso a un empleo de calidad y que las dificultades que trae consigo el empleo precario constituyen obstáculos no solo para quienes lo sufren, sino también para el desarrollo integral de los países”, expresó Ignacia Fernández, investigadora de Rimisp.
Así, el estudio plantea una serie de reformas institucionales para que aumenten las posibilidades de acceder a un empleo de calidad como modificar la estructura productiva de sectores, fomentar el desarrollo de los no primarios, promover el desarrollo del capital humano, invertir más en educación y establecer un esquema de regulación laboral.