La minería ha sido uno de los sectores más golpeados durante el gobierno de Ollanta Humala, no solo por la caída de los precios de los minerales, sino por los conflictos sociales en contra de proyectos claves que el Estado no supo manejar.
Sin embargo, para el director del Instituto Peruano de Economía (IEP), Roberto Abusada, la administración de Humala aún tiene tiempo para darle el impulso necesario para este sector en el año que le queda en el poder.
Consideró que el gobierno debe tratar por todos los medios, volcar una mirada a la minería, ya que el Perú es uno de las plazas mineras más importantes del mundo y ningunear a la minería es una insensatez. “Alguien tiene que estar preocupándose de hablar cosas positivas de la minería”, dijo.
Otro de los sectores en los que aún se pueden hacer cosas es en la infraestructura. Para potenciarla planteó dos cosas. La primera es identificar por qué los gobiernos regionales y municipales están con dificultades para invertir y se debe de ayudarlos desde el gobierno central.
El segundo paso es poner a trabajar a las empresas de construcción que existen en el país y quitar esta “costumbre horrible” que tienen los gobiernos regionales y locales de hacer obras por administración directa, donde las obras se hacen mal y normalmente hay corrupción.
A esto se suman las megaobras, como la agilización de los trenes de la Línea 1 que está colapsada. Actualmente el concesionario quiere comprar los trenes, pero el gobierno tiene problemas para autorizarlo, por miedo a la Contraloría.
Lo tercero que plantea Abusada es mostrar liderazgo y mandar un mensaje potente a la burocracia e el sentido que tiene que tomar decisiones. “Eso tiene que venir de arriba. Decirle a los burócratas que decidan y dejen de poner trámites absurdos”, destacó.
Discrepancias
Si bien para Roberto Abusada, sería insensato menospreciar la influencia del factor externo en la desaceleración de la economía, consideró que no llega a los niveles que defiende el ministro de Economía y Finanzas, Alonso Segura.
“Yo creo que el impacto es fuerte, pero no como pretende pintarlo el ministro de Economía. No digo que crezcamos a 8%, pero sí creo que podemos a crecer a nuestro potencial que puede ser 4% o 4.5%”, precisó.
Al respecto dijo que la desaceleración de la economía mundial afecta la demanda de nuestros productos. Esta situación, sumada a la incertidumbre, también implica un freno a los influjos de capitales y quizá salidas de capitales de países emergentes como el Perú. Un tercer canal de transmisión es la caída de precios de las materias primas.
Para Abusada, el tema de los menores precios debió verse como una oportunidad y aprovechar este momento en que nuestros competidores, sobre todo en oro y en cobre, tienen costos sustancialmente más altos, quizá 30% o 40% mayores.
“Este es un momento en el que Perú pudo haber dado un salto si es que los proyectos mineros que inicialmente se planearon se hubieran ejecutado”, destacó.
Política social y económica
Abusada consideró que cualquier esfuerzo que se haga para combatir la desnutrición infantil o para promover el desarrollo de nuestros niños, tiene que preceder a cualquier otro esfuerzo que se haga en el Perú.
Sin embrago, no está de acuerdo con que la visión del país se centre en el asistencialismo.
Dijo que desde el punto de vista macroeconómico, el Perú no se puede comparar con Argentina o Brasil, menos con Venezuela. “Pero, algunas de sus políticas sociales coinciden con “la concepción del desarrollo del Presidente, lo que explica las reacciones estatistas que vemos a cada momento”, añadió.