La Habana (Reuters).- El ministro de Relaciones Exteriores de Holanda firmó un acuerdo con su homólogo de Cuba para abrir el diálogo y las consultas políticas, rompiendo filas con la Unión Europea (UE) que limita las visitas de alto nivel y las conversaciones bilaterales con el Gobierno comunista de la isla.
En su visita de dos días a Cuba, el canciller holandés Frans Timmermans instó a la Unión Europea a actualizar sus relaciones con la isla caribeña al manifestar que “a través de los siglos, La Habana ha sido un punto de encuentro entre las Américas y Europa”.
“Pienso que el diálogo entre Cuba, Holanda y Europa es de extrema importancia para toda la región”, agregó.
Timmermans se reunió el martes en La Habana con el canciller cubano, Bruno Rodríguez, y elogió los esfuerzos de Cuba por resolver y “poner fin a los conflictos internos en la región”, en alusión a la celebración en la isla desde hace más de un año del diálogo de paz entre el Gobierno de Colombia y la guerrilla izquierdista de las FARC.
Rodríguez manifestó su satisfacción por la oportunidad de abrir el debate bilateral sobre temas de interés común y exponer los cambios que se han puesto en marcha en la isla como una vía para fomentar los negocios con las empresas holandesas.
Como parte de las más de 300 reformas domésticas orientadas al mercado emprendidas por el mandatario Raúl Castro, quien reemplazó en la presidencia de Cuba a su convaleciente hermano Fidel en el 2008, la isla abrió recientemente una zona económica especial de desarrollo al estilo de China y prepara una nueva ley de inversión extranjera. Una delegación de empresarios holandeses acompaña a Timmermans durante su visita, la primera de un ministro de Relaciones Exteriores del país europeo desde la Revolución Cubana de 1959.
Holanda es un firme defensor de los derechos humanos y la democracia y, además de mantener fuertes lazos comerciales con Cuba, apoya activamente a los grupos disidentes en la isla. El Puerto de Rotterdam, por ejemplo, está sirviendo como punto de entrada para el níquel cubano y otros bienes de la isla que se dirigen a varios países.
El intercambio comercial entre Amsterdam y La Habana fue de US$ 791 millones en el 2012, casi exclusivamente exportaciones cubanas.
No estaba claro si Timmermans se reunirá con disidentes antes de su partida. La Unión Europea adoptó en 1996 con Cuba lo que se conoce como la “posición común”, impulsada por el Gobierno conservador español de José María Aznar, una política que condiciona el progreso de las relaciones con la isla a los avances hacia un sistema pluralista y el respeto a los derechos humanos. Cuba ha rechazado esa política sobre la base de que interfiere en los asuntos internos del país.
“Creo que el diálogo es la mejor manera de trabajar, en lugar de dar la espalda el uno al otro”, dijo el lunes Timmermans.
“Pienso que es hora de que Europa revise su posición sobre Cuba para ver si podemos negociar una nueva posición respecto a la isla”, agregó durante el acto de apertura de una clínica de fútbol que imparten varios ex jugadores holandeses en La Habana.