(Reuters).- El Gobierno de izquierda de Grecia intentan contener una rebelión en el partido Syriza, del primer ministro Alexis Tsipras, previo a una votación sobre las reformas exigidas para poder iniciar las negociaciones de un rescate que mantenga al país en la zona euro.
La primera parte de las reformas, centradas principalmente en alzas de impuestos y reformas presupuestarias, desató una rebelión en Syriza la semana pasada y las medidas fueron aprobadas gracias a los votos de los partidos de la oposición.
Es probable que Tsipras necesite de nuevo los votos de la oposición para aprobar el miércoles las medidas para apuntalar a los bancos con problemas y acelerar el sistema judicial, dos condiciones más para iniciar las conversaciones sobre un acuerdo de rescate por 86,000 millones de euros.
“Estamos haciendo un esfuerzo para tener menos legisladores en contra”, dijo a la televisión griega el ministro de Salud, Panagiotis Kouroumplis, mientras que el titular de Finanzas, Euclid Tsakalotos, afirmó que era clave que el Parlamento apoye el acuerdo para poder comenzar el diálogo el viernes.
Pero legisladores de línea dura de Syriza, que se opusieron a la ley la semana pasada, dijeron que rechazarán el proyecto.
“Un debate parlamentario de vía rápida y un proceso de votación de una ley que excede las 900 páginas tiene el sabor de las prácticas más antidemocráticas”, dijeron en un comunicado publicado en su sitio de internet Iskra.gr.
Tsipras también criticó el paquete de medidas exigidas a Grecia pero el martes dijo a sus partidarios que debían enfrentar la realidad y apoyarlo.
La rebelión en su partido dio paso a afirmaciones de que podrían llevarse a cabo elecciones anticipadas en el otoño boreal.
“Podríamos ir a elecciones, cuando sea necesario”, dijo la portavoz del Gobierno, Olga Gerovasili, a una radio local. Añadió que la medida no sería de ayuda en este momento porque el país se prepara para negociar el nuevo acuerdo de rescate.
El Comisario de Economía de la Unión Europea, Pierre Moscovici, dijo a periodistas en Bruselas que confiaba en que el Parlamento aprobaría la ley. Las instituciones acreedoras buscaban concluir las negociaciones con Grecia sobre un tercer rescate en la segunda mitad de agosto, añadió.
El Gobierno griego dijo que esperaba que las negociaciones puedan comenzar esta misma semana y estén concluidas hacia el 20 de agosto.
Protestas
En las primeras muestras de una vuelta a la normalidad, los bancos griegos reabrieron el lunes y Atenas pagó sus deudas con el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional. El martes, Standard & Poor’s elevó la calificación de la deuda soberana griega en dos escalones, afirmando que la perspectiva de liquidez del país ha mejorado con las conversaciones para un rescate.
Sin embargo, las nuevas medidas de austeridad son difíciles de aceptar en un país cuya economía se ha contraído en un tercio durante los cinco años de crisis y donde el desempleo supera el 25 por ciento. El principal sindicato de la función pública, ADEDY, y otros grupos convocaron manifestaciones para el miércoles por la tarde.
“Continuaremos con nuestra batalla para que el cruel nuevo rescate no sea aprobado y sea rechazado”, dijo ADEDY en un comunicado, instando a los griegos a marchar contra el “control neocolonial” del país por parte de la UE y el FMI.
Las manifestaciones antiausteridad de la última semana se volvieron en ocasiones violentas cuando jóvenes encapuchados lanzaron cócteles molotov contra la policía mientras los diputados debatían el primer paquete de medidas.