Grecia necesita apoyo externo para mantenerse a flote. Y el nuevo gobierno de Alexis Tsipras en Atenas insiste en que no aceptará ninguna prórroga del rescate que incluya los estrictos términos de austeridad y presupuesto bajo los cuales se emitieron los préstamos.
Los fuertes recortes de gastos e ingresos empeoraron la depresión económica e hicieron que el desempleo se disparara por encima de 25%.
Así, los acreedores de Grecia en los 19 países de la eurozona le han dado hasta finales de esta semana para solicitar una prórroga del acuerdo de rescate, incluidas las medidas de austeridad fiscal. Aunque su ministro Yanis Varoufakis ya anunció que presentará una “propuesta aceptable”, todo indica que no será aceptada por Alemania.
Para el profesor Jorge Torres Zorrilla, de Centrum Católica, Grecia es la que ostenta una posición intransigente y la que tendrá que ceder ante los demás miembros de la Unión Europea.
“La negociación es muy difícil porque, por un lado, la Unión Europea no quiere condonar la deuda de Grecia y esta exige la condonación de una gran parte de la deuda. La UE exige austeridad para que Grecia se alinee a la UE, y esta dice los pobladores están muy pobres, ya no queremos austeridad”, explica el docente.
Así, el especialista de Centrum Católica afirma que, antes de que expire el ultimatum, Grecia podría negociar un status diferente ante la UE.
“En el resultado, yo veo a Grecia negociando un estatus de “medio miembro” que le permita seguir manteniendo el turismo, que le da muchas divisas, sin tener que cumplir con todos los requisitos que le exige la UE como, por ejemplo, la adopción de euro”, expresa Torres Zorrilla.
En una entrevista con la televisora local, el ministro alemán de finanzas, Wolfgang Schaeuble, mencionó abiertamente la posibilidad de que Grecia abandone el euro.
“Grecia es muy pequeña y no va a ver un efecto sobre los demás. Grecia va a seguir teniendo problemas con su balanza de pagos, comercial, fiscal. Al final, van a optar por una salida decorosa a la mitad del camino”, precisó.