Bruselas/Atenas (Reuters).- Grecia tiene tres días para asegurar a sus prestamistas que puede cumplir las condiciones impuestas por el rescate internacional antes de recibir el siguiente tramo de ayuda, dijeron hoy cuatro funcionarios oficiales de la zona euro.
Existe un sentimiento general de insatisfacción con el avance en Grecia en lo que se refiere a la reforma de su sector público, como la recaudación de impuestos o los servicios de salud, dijo un funcionario de la zona euro que participó en las conversaciones. Otra fuente dijo que podrían suspender una visita de inspección que reanudaron ayer.
Atenas, que tiene cerca de 2,200 millones de euros en bonos que redimir en agosto, necesita que las negociaciones concluyan con éxito.
Si las conversaciones fracasan, el Fondo Monetario Internacional podría tener que retirarse del rescate por 240,000 millones de euros para no violar sus propias normas, que demandan que un deudor sea financiado con un año de antelación, lo que podría desbaratar los esfuerzos para contener la crisis en la zona euro, con Portugal e Italia como posibles focos de crisis.
Atenas y los acreedores, que desbloquearon 8,100 millones de euros (US$ 10,600 millones) en préstamos, reanudaron ayer las conversaciones tras un paréntesis de dos semanas durante el cual el Gobierno griego casi colapsó por los despidos en el canal de televisión estatal ERT.
“Todos coincidieron en que Grecia tiene que responder ante el Eurogrupo el lunes. Es por eso por lo que deben presentarse de nuevo el viernes”, dijo una segunda fuente.
Los ministros de Finanzas de la zona euro tienen previsto reunirse el 8 de julio para abordar la situación de Grecia.
Plazos incumplidos
“Es una negociación muy difícil”, dijo un funcionario griego de alto rango que participa en las negociaciones. “Nos estamos dando prisa en cerrar tantos temas como sea posible y lo antes posible”, añadió.
Pero no es probable que los supervisores financieros de Grecia -el FMI, la zona euro, y el Banco Central Europeo- logren concluir su revisión en julio y podrían tener que suspender la visita y retomarla en septiembre, según dijo un funcionario de la zona euro de alto rango, a condición de anonimato.
Si las negociaciones no concluyen para mediados de mes, Atenas podría perder el pago del tramo, agregó el funcionario griego. Atenas ya incumplió un plazo de junio para ubicar a 12,500 trabajadores estatales en un “esquema de movilidad”, bajo el cual son transferidos o despedidos en el curso de un año.
Atenas y la troika también están en disputa sobre un impopular impuesto a la propiedad y a un impuesto a las ventas para restaurantes.
El Gobierno del primer ministro Antonis Samaras ha descartado imponer nuevas medidas de austeridad sobre una población que ya atraviesa el sexto año de recesión. El desempleo tocó un 27% y los griegos han perdido cerca de un tercio de sus ingresos disponibles, en promedio, como resultado de las políticas de austeridad impuestas por el rescate.