Atenas (Reuters).- El primer ministro de Grecia comenzaba hoy una ofensiva diplomática con un pedido a los alemanes de más tiempo para cumplir con sus obligaciones crediticias, pero podría encontrar inconvenientes para exponer sus argumentos en una serie de reuniones esta semana con autoridades de la UE.
“Todo lo que queremos es un poco de ‘aire para respirar’ para hacer funcionar la economía e incrementar el ingreso del Estado. Más tiempo no significa automáticamente más dinero”, declaró Antonis Samaras en una entrevista al diario alemán Bild, que ha tomado una línea escéptica hacia el rescate de Grecia.
“Déjenme ser explícito: no pedimos más dinero. Mantenemos nuestros compromisos y satisfaciendo nuestras necesidades. Tenemos que empezar a crecer porque eso hace disminuir las brechas financieras “, agregó Samaras al Bild horas antes de iniciar negociaciones en Atenas con Jean-Claude Juncker.
Elegido en junio tras dos conflictivas elecciones parlamentarias, Samaras espera convencer a Juncker, primer ministro de Luxemburgo y presidente del Eurogrupo -conformador por los 17 gobiernos que usan el euro-, de que la endeudada nación griega tiene la voluntad de llevar adelante reformas impopulares y merece más tiempo para ello.
Con las arcas estatales agotándose y entre renovados rumores a una salida de Grecia de la zona euro sin más ayuda, Samaras está bajo presión para convencer a los líderes europeos de que su país finalmente reunió el coraje político para cumplir las promesas contraídas en el acuerdo de rescate.
Juncker, la autoridad europea de más alto rango que visita Atenas desde la llegada al Gobierno de la coalición conservadora en junio, le podría decir sin rodeos a Samaras que Grecia debe ejecutar los recortes prometidos y que hay poco margen de maniobra.
Ese mismo mensaje recibiría Samaras cuando visite Berlín el viernes para reunirse con la canciller de Alemania, Angela Mekel, y al día siguiente viaje a París para conversar con el presidente francés Francois Hollande.
Poco después de ser electo, el gobierno de Samaras prometió recorrer Europa para pedir dos años más de margen para cumplir las metas establecidas en el acuerdo de rescate por 130,000 millones de euros que Grecia firmó con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional.
Pero ante la falta de intenciones entre los europeos de aceptar los pedidos de Grecia, el Gobierno ha bajado el tono a su retórica sobre el asunto y ahora apenas espera mencionar la idea durante las conversaciones que mantendrá esta semana antes que pedirla formalmente.
“Primero debemos restablecer nuestra relación con los socios europeos, que han sido muy dañadas”, dijo un funcionario del Gobierno que habló con la condición de no ser identificado. “Esto es lo más crucial, hablar de ciertos parámetros vendrá luego”, explicó.
Alemania, donde la paciencia con Grecia se está agotando, ya ha dicho que no suavizará sus demandas para que Atenas cumpla con lo acordado.
Para restaurar la credibilidad resulta clave el plan de Grecia para implementar recortes por 11,500 millones de euros durante los próximos dos años, tal como exige el acuerdo de rescate. El Gobierno aún tiene que llegar a un acuerdo sobre eso tras semanas de disputas.