(Reuters) Cinco importantes bancos de Estados Unidos recortaron de sus gastos más de US$ 5,000 millones durante los tres primeros meses del año, pero aún no es suficiente para frenar la hemorragia financiera en la que en base a muchas mediciones fue el peor trimestre para Wall Street desde la última crisis.
Los volátiles mercados de acciones y bonos, un desplome de los precios de la energía y las persistentes bajas tasas de interés dejaron por el suelo las ganancias de los grandes bancos.
A medida que se revisaron los resultados en la última semana, algunos ejecutivos dijeron que las condiciones han mejorado a principios del segundo trimestre, pero había poco optimismo de que el 2016 sea un año para celebrar.
Goldman Sachs Group Inc y Morgan Stanley, cuyas ganancias dependen más de los mercados que las de sus pares, vieron una caída de más de la mitad en sus utilidades. La rentabilidad sobre capital de alrededor de 6% estuvo bien por debajo de lo que inversores y analistas dicen que es aceptable.
“No están recortando los costos lo suficientemente rápido como para mantenerse por delante de los declives de ingresos”, afirmó Paul Miller de FBR Capital Markets.
Casi todos los mayores bancos de Estados Unidos están en proceso de ejecutar multimillonarios programas de recortes de costos que fueron anunciados hace meses o años.
Otros ya completaron dichas iniciativas e intentan ser más eficientes al restringir viajes innecesarios o congelando las contrataciones en ciertos mercados.
Sin embargo, JP Morgan Chase & Co fue el único que logró reducir sus gastos más que la caída de los ingresos frente al mismo año pasado.
La presión podría aumentar para que los bancos recorten aún más personal y costos si los mercados no mejoran.
“Si efectivamente el ambiente continúa como está, seríamos mucho más agresivos en el tema de los costos”, afirmó el presidente ejecutivo de Morgan Stanley, James Gorman.