Sin importar cual sea su verdadero impacto, algunos gobernantes de la región ya han anunciado en qué consistirán sus planes de contingencia y los montos de inversión que destinarán para hacer frente a esta temida variación climática, que estaría por alcanzar sus niveles más críticos en los próximos meses.
Perú, Ecuador y Colombia invertirán cerca de US$ 1,260 millones para apalancar la agricultura y proteger las zonas más expuestas en sus territorios.
En Colombia, ya se han hecho cuatro anuncios de inversión. En enero, tras el primer consejo de ministros de 2015, el mandatario colombiano Juan Manuel Santos sostuvo que contaba con recursos por US$ 30,400 para mitigar el impacto del Fenómeno. Más adelante, el ministro de Vivienda, Luis Felipe Henao, anunció una inversión por US$ 43 millones que será complementada por US$82 millones para el sector de agua potable.
El Ministerio de Agricultura, por medio del jefe de su cartera, Aurelio Iragorri, también dijo que destinará US$ 3.3 millones en programas de alimentación bovina subsidiada.
Todos estos recursos servirían para mitigar los efectos de El Niño, que según dijo Ómar Franco, director del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), a LR alcanzarían una “intensidad fuerte antes de terminar septiembre y su pico más alto en diciembre”.
Si bien en el país todavía lo grave está por venir, Henao, ha advertido que “son 675 los municipios en 25 departamentos los que están en el plan de emergencia y contingencia. Más de 300 zonas con riesgo de desabastecimiento y 675 que si no se toman medidas van a entrar en este mismo riesgo” indicó.
Para Carlos Martínez Becerra, decano nacional de economía de la Universidad Antonio Nariño, “ante un cambio climático tan significativo, los países latinoamericano deben crear una política agrícola que fortalezca al pequeño y mediano propietario. Sobre todo si se tiene en cuenta que estos producen cerca de 70% de los alimentos que se consumen en el país”.En Ecuador, el mandatario Rafael Correa, sostuvo que “estamos tomando todos los preparativos posibles para enfrentar de la mejor manera estos eventos naturales”.
El gobierno busca mitigar los impactos con diversos planes y recursos que suman US$850 millones. Correa estima que las pérdidas serán más evidentes en los sectores productores de arroz (-16%), maíz (-22%), azúcar (-40%) y banano (-30%).
Perú es otro de los países que ya han empezado a tomar medidas. Ollanta Humala, el mandatario del estado vecino, estimó que El Niño podría generar pérdidas de entre 1,5% y 3% del PIB este año, debido al impacto sobre la producción de sectores primarios y la destrucción de infraestructura. Más de 50.000 viviendas están en peligro, según el cálculo del ministro peruano de Agricultura, Juan Benites.
Ante los temores, el Gobierno ha destinado a la prevención y las acciones de emergencia cerca de US$ 276 millones.
Entre las medidas entregadas por el Gobierno, se designó la creación de un Consejo Nacional de Gestión del Riesgo del Fenómeno de El Niño mediante un decreto de urgencia que permite hacer modificaciones presupuestarias para financiar acciones de prevención y respuesta.
Bolivia tiene su plan de emergencia
A través del ministro de Defensa, Reymi Ferreira, se anunció que “hay un fondo, un fideicomiso de US$ 11.3 millones, que van a estar disponibles para tres actividades fundamentalmente: para la prevención, atención de emergencias y la reconstrucción”.
En prevención, Bolivia enfocará estos recursos para la construcción de muros de defensa, de cauces alternativos o desagües y soportes para deslizamientos. En reconstrucción, se destinarán para vivienda, infraestructura productiva y servicios básicos.
Diario La República de Colombia
Red Iberoamericana de Prensa Económica