Reuters.- El gobierno peruano planea extender el plazo para vender el complejo metalúrgico de La Oroya, luego de que la nueva subasta de la planta fue declarada desierta por falta de postores, decisión que posterga un previsto proceso de liquidación.
El ministro de Energía y Minas, Gonzalo Tamayo, dijo a Reuters que el decreto que prorrogará el plazo de venta “saldrá en los próximos días”, ya que la firma encargada de este proceso (Dirige) tenía hasta agosto para vender la planta metalúrgica junto a su pequeña mina de cobre, que tenían un precio base US$ 196.3 millones.
En el tercer intento de venta del complejo, las empresas que compraron las bases para la subasta no presentaron ofertas y se tenía previsto la “liquidación ordinaria” de la planta, según el director general de Dirige, Pablo Peschiera, quien solicitó al Gobierno del presidente Pedro Pablo Kuczynski la extensión del plazo por un año adicional.
“Queremos cambiar algunas condiciones de la venta”, dijo Peschiera.
El líder del sindicato de trabajadores del Complejo de La Oroya, Luis Castillo, pidió la renuncia de Peschiera, quien ocupa el cargo desde el 2015, debido al fracaso del proceso de venta.
La falta de interés ocurrió pese a que el Gobierno flexibilizó en junio los estándares ambientales para atraer inversionistas, para quienes las reglas de calidad del aire y del agua eran rígidas.
Según Peschiera, persisten algunos “obstáculos” para poder concretar la venta, como la falta de claridad normativa en el manejo de los pasivos de suelos y las condiciones laborales de los trabajadores exigidas al inversionista.
También afectó una reciente prepublicación de normas referidas a la gestión de sitios contaminados. “Definitivamente esa norma que es bastante extensa va a requerir un estudio de parte nuestra y de parte de los inversionistas también”, precisó.
La fundición de cobre, zinc y plomo La Oroya, de casi un siglo de antigüedad, fue controlada durante la década pasada por Doe Run Perú, una filial de Renco Group de Estados Unidos.
El complejo fue cerrado en el 2009 cuando Doe Run Perú se quedó sin dinero para operar y completar la modernización de la planta.