Reuters.- La Casa Blanca enfrenta presiones de algunos de sus aliados más cercanos en la reforma de salud para nombrar a un presidente ejecutivo que dirija el mercado federal de seguros, con el fin de aliviar los temores de los aseguradores tras los tropiezos en el despliegue del Obamacare.
Los defensores de la idea dicen que la complejidad de un mercado federal de seguros requiere una figura similar a la de un CEO, con autoridad clara y conocimiento del funcionamiento de la industria.
Y están presionando silenciosamente por un presidente ejecutivo que establezca normas, se coordine con aseguradoras y reguladores estatales respecto a los planes de salud, supervise las campañas de inscripción y esté a cargo de la tecnología, según varias fuentes con conocimiento de las discusiones con el Gobierno de Obama.
La figura de un CEO, dicen sus partidarios, podría ayudar a recuperar la confianza de los aseguradores y otros actores en la reforma de salud, deteriorada por los problemas tecnológicos del sitio web federal HealthCare.gov para el enrolamiento y la serie de cambios posteriores en las normas fijadas por el Gobierno.
La Casa Blanca no es partidaria de crear un puesto de presidente ejecutivo, según funcionarios de Gobierno.
“Esto no va a ocurrir. No está en consideraciones”, dijo a Reuters un alto funcionario gubernamental.
La reforma de salud de Obama busca entregar cobertura a millones de personas sin seguro o con planes de bajo alcance, ofreciendo seguros privados a tasas subsidiadas a través de nuevos mercados en internet en los 50 estados y en Washington D.C.
Sólo 14 estados optaron por crear y operar sus propios mercados, por lo que el gobierno federal debe operar el mercado para los 36 estados restantes a través de HealthCare.gov.
El mercado está actualmente bajo responsabilidad de los Centros de Servicios Medicare y Medicaid de Estados Unidos y su administradora Marilyn Tavenner. Expertos en salud dicen que no hay un funcionario específico dedicado a dirigir la operación.
La falta de una jerarquía clara para la toma de decisiones fue identificada por la firma consultora McKinsey & Co. como una falencia del sistema, meses después del desastroso lanzamiento del sitio HealthCare.gov el 1 de octubre.