(Reuters) El Gobierno chileno recortó su cálculo de crecimiento de la economía a 1.75% para este año y elevó la estimación de déficit fiscal, presionado por los menores ingresos de los envíos del cobre y una mayor debilidad de la actividad doméstica.
Ante una comisión parlamentaria, las autoridades económicas del país informaron la reducción en un punto porcentual de la estimación de crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) del 2016 desde un pronóstico previo de un alza de 2.75%, con una expansión del gasto que bordearía el 4.2%.
Estas cifras “reflejan una economía que crece lento pero mucho más importante que eso es que la reforma tributaria ha ido rindiendo sus frutos y por lo tanto podemos expandir el gasto gracias a esa reforma”, dijo el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés.
Con todo, la marcha de la economía ha estado marcada por una contracción de la inversión y un debilitado consumo. Según las nuevas estimaciones oficiales, la demanda interna crecería 1.4% este año, menos que el 2% estimado anteriormente.
Mientras, la inflación anual alcanzaría un nivel de 3.5%, desde el cálculo previo de 3.2%, lo que sería acompañado por un tipo de cambio que promediaría 690 pesos por dólar.
Para el precio del cobre -metal del que Chile es el mayor productor mundial- el Gobierno pronosticó un valor promedio de US$ 2.15 la libra este año, desde US$ 2.50 proyectado previamente.
Destacó la fuerte baja de la tributación de la minería del cobre del sector privado, mientras que el resto “se mantiene bastante robusto”.
“Viene una disminución muy significativa de lo que esperamos sea la tributación de las empresas mineras distintas a Codelco y eso ha provocado una disminución de ingresos relevante, y eso explica gran parte del mayor déficit fiscal que estamos esperando (para este año)”, dijo Valdés.
Presiona fondo
El ministro estimó un déficit fiscal efectivo de 3.2% este año, desde un cálculo anterior de 2.9%. La cifra se compara además con el saldo negativo de 2.2% del año pasado.
Bajo este panorama, el balance estructural registraría un déficit de 1.4% del PBI estimado para este año, luego de -1.6% del 2015.
Estos números indican que “tendremos que tener mucho cuidado con reasignaciones internas”, ante la atenta mirada de las calificadoras que miran el manejo fiscal, el nivel de deuda y los riesgos de la economía.
Justo cuando el gobierno ajustó sus proyecciones, la agencia Moody’s ratificó la calificación de deuda pública de Chile en “Aa3” y mantuvo su panorama estable, dada la fortaleza crediticia que ha mostrado el país pese al impacto de la caída de los precios del cobre en la economía local.
Con todo, el jefe de las finanzas públicas dijo que la discusión de la Ley de Presupuesto 2017 debería considerar el posible uso de fondos soberanos para financiar el déficit fiscal “relevante” que se prevé para el próximo año.
“Esta es una decisión que no hemos tomado y lo he puesto en discusión de manera transparente. Es crucial mantener una rectitud de Chile, tener siempre un compromiso con finanzas públicas sanas. Usarlo o no usarlo no cambia cuánto vamos a gastar, solo lo cambia la fuente de financiamiento de este gasto”, explicó.
Para avanzar con esa discusión, Valdés aseguró que está esperando un informe de un comité asesor fiscal.
Los fondos soberanos de Chile suman en total US$ 26,700 millones y entre ellos se destaca el Fondo de Estabilización Económica, con US$ 14,600 millones.