París (Reuters).- El Gobierno de Francia probablemente aliviará un alza de impuestos para las pequeñas empresas anunciada en el marco de su presupuesto 2013, tras un coro de quejas de los empresarios de ese país , dijeron funcionarios.
La moderación de la iniciativa se produce menos de una semana después de que se diera a conocer un plan de ahorro por 30,000 millones de euros (US$ 38,700 millones) para el 2013.
La medida aumentó la especulación de que Francia necesita un presupuesto suplementario para el próximo año, en su intento de cumplir con su meta de déficit del 3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
A juicio de líderes empresariales, el tema de un aumento de 2.000 millones de euros en impuestos a las ganancias de capital por ventas de activos castigará a los empresarios que venden sus negocios.
“Probablemente vamos a tener que cambiarlo”, dijo a la radio France Inter el ministro de Finanzas, Pierre Moscovici.
“Si algunas medidas están mal calibradas, debiese ser posible tener un diálogo sobre eso”, dijo Moscovici refiriéndose a las conversaciones programadas para el jueves con los grupos de presión empresariales sobre las posibles modificaciones.
En la actualidad, los empresarios que venden sus negocios tienen que pagar ganancias de capital del 19 por ciento. Sin embargo, según el nuevo presupuesto, desde el 2013 tendrían que pagar una tasa de al menos el 45%, un nuevo tipo de impuesto sobre los ingresos superiores a 150.000 euros anuales.
Los empresarios franceses alegan que ya están complicados para competir con las firmas alemanas y de otros países a causa de los altos costos laborales y otros impuestos necesarios para financiar un proyecto de ley de gasto público que asciende al 56 por ciento de la economía general.
El presidente Francois Hollande debe demostrar que Francia tiene el rigor fiscal que se necesita para ayudar a la zona euro a salir de una crisis de deuda que ya se prolonga por tres años, en momentos en que intenta mantener las promesas electorales de combatir el desempleo, que supera el 10 por ciento.
El presupuesto prevé un ahorro de 10,000 millones de euros gracias a una congelación del gasto público, 10,000 millones de euros de ingresos adicionales por aumentos de impuestos sobre las empresas y el resto provenientes de alzas tributarias a las personas, especialmente a los ricos.
Pierre Gattaz, jefe de la federación de industriales de Francia, dio la bienvenida a la disposición del Gobierno de aliviar las alzas de impuestos sobre las ganancias de los activos.
“Sería una señal importante de inteligencia y pragmatismo económico”, dijo a Reuters en el Salón Internacional del Automóvil de París.
Eric Chaney, economista jefe de Axa, dijo que era una buena señal que el Gobierno de Hollande estuviera dispuesto a escuchar a los grupos de presión empresariales, pero señaló que tendría que ajustar los ingresos o realizar ahorros de otras partes del presupuesto para cumplir su objetivo de déficit.
“Creo que ellos se atendrán a la meta del tres por ciento (…) pero espero un minipresupuesto durante la próxima primavera (boreal)”, dijo Chaney.
Aún no está claro cuántos ingresos perdería el Gobierno si revoca la medida.