Tanto los países desarrollados como los que están en desarrollo deberían hacer hincapié en el nivel de vida, por encima del crecimiento absoluto, como mejor medida de su desempeño económico, según los organizadores del Foro Económico Mundial de este año.
Los ingresos per cápita medios han caído un 2.4% entre 2008 y 2013 en 26 economías avanzadas, ha revelado el foro (WEF, por sus siglas en inglés) en un informe publicado el lunes, subrayando “la inseguridad y desigualdad que acompañan al cambio tecnológico y la globalización”. Los países deberían estimar su progreso económico basándose en el “desarrollo inclusivo”, e incrementar el gasto en programas como la formación para el empleo para reducir la carga de desigualdad, explica el informe.
“La mayoría de países están dejando escapar oportunidades importantes para aumentar su crecimiento económico y reducir la desigualdad al mismo tiempo”, explica el WEF, agregando que medidas como la esperanza de vida, la productividad y las tasas de pobreza deberían ser las prioridades en la creación de políticas económicas, para prevenir un mayor deterioro.
La desigualdad y las frustraciones de quienes sienten que la globalización los ha dejado atrás van a constituir uno de los principales temas de discusión en la reunión anual del foro en Davos, Suiza,que comienza el martes. La reunión de dirigentes políticos, ejecutivos de empresas, inversores y académicos ha estado al frente del avance en la integración económica a la que se oponen el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y los partidos populistas europeos, una tensión que será obvia en las reuniones de este año.
En la lista del WEF del desempeño de 29 economías avanzadas en desarrollo inclusivo, Noruega, Luxemburgo y Suiza han alcanzado las mejores posiciones, con Reino Unido en el puesto 21 y Estados Unidos en el 23. Más de la mitad de los 103 países analizados han visto bajar sus notas a lo largo de los últimos cinco años.
Para revertir la caída en los niveles de vida, el foro cree que los gobiernos necesitan priorizar la educación, la paridad de género y suavizar la transición de los estudios al trabajo, además de ampliar la infraestructura. Además, ha manifestado que se debe reenfocar la integración económica para poner el énfasis en facilitar el comercio a las empresas, tanto dentro de los países como fuera de ellos, en particular para las pequeñas y medianas empresas.