Los grandes inversionistas institucionales representan un 80% del medio billón de dólares que los extranjeros han invertido en deuda soberana de mercados emergentes en los últimos años, según un análisis de economistas del Fondo Monetario Internacional.
A junio de 2013, inversores como fondos de cobertura y fondos soberanos de riqueza mantenían US$ 768,000 millones en bonos de gobiernos de mercados emergentes, según el documento, publicado en el blog IMF Direct.
Los bancos centrales extranjeros mantuvieron al menos US$ 40,000 millones más.
La composición de la base de inversores de un país es importante para medir si los inversores se quedarán cuando los tiempos sean difíciles o si huirán, elevando los rendimientos de los bonos y depreciando a las monedas.
Se considera a los bancos centrales y a los fondos de pensiones como inversores estables, mientras que los fondos de cobertura pueden ser más inconstantes.
El análisis calcula que cerca de la mitad de las tenencias extranjeras de deuda del mercado emergente -una cifra cercana a los US$ 500,000 millones- se acumuló durante los tres años desde 2010, cuando los mercados emergentes repuntaban de la crisis financiera más rápidamente que los países desarrollados.
Muchos además recuperaron calificaciones de crédito de grado de inversión, como Colombia e Indonesia, lo que aumentó su atractivo ante los inversores.
“La creciente participación extranjera en los mercados de deuda de Gobierno puede ayudar a reducir los costos del endeudamiento y propagar los riesgos más ampliamente entre los inversores, pero también puede aumentar los riesgos del financiamiento externo para los países”, sostiene el informe.
Los datos preparados para el análisis muestran que los inversores institucionales se mantuvieron relativamente tranquilos durante el segundo trimestre de 2013, cuando el nerviosismo por el inicio del retiro del estímulo de la Reserva Federal estadounidense afectó a los mercados financieros de todo el mundo.
En general, las tenencias de inversores institucionales disminuyeron en menor grado durante el segundo trimestre de 2013 que las tenencias generales de deuda extranjera, un cambio en la tendencias desde períodos previos de fugas.
Según los exámenes realizados para medir la sensibilidad de países ante la salida de inversores extranjeros, Egipto, Lituania y Polonia serían los primeros en sentir el golpe, seguidos por Argentina, Hungría, México y Ucrania.
Pero los países con menor deuda, con necesidades de financiamiento más bajas, con sistemas de banca local fuertes y con buenos colchones de liquidez tendrían mejores posibilidades de soportar un revés en el sentimiento del inversor, afirmaron los autores.
El análisis, que no representa necesariamente la visión del FMI, mostró que los inversores institucionales tienen una presencia particularmente significativa en Perú, Uruguay, México, Lituania y Hungría.