Washington (Reuters).- Los países de todo el mundo deben seguir adelante con sus promesas fiscales y de reformas, para reducir la incertidumbre que limita el crecimiento, dijo el jueves la jefa del Fondo Monetario Internacional, quien destacó que la economía global evitó por poco un gran golpe el año pasado.
La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, dijo que la crisis de deuda de la eurozona y el abismo fiscal estadounidense podrían haber frenado el crecimiento, un resultado evitado por decisiones tomadas a menudo en el último momento.
En particular, instó a Estados Unidos a elevar su límite de deuda y presionó a Europa para que cumpla sus compromisos de abordar la crisis de deuda, lo que en algunos países supone más consolidación fiscal.
“Claramente, el colapso se ha evitado en muchos rincones del mundo”, dijo Lagarde a la prensa, aunque expresó su temor a que la determinación política pueda debilitarse porque hay “un poco” de recuperación a la vista y la tensión financiera ha aflojado.
“Es importante seguir adelante con políticas para terminar con la incertidumbre”, agregó Lagarde.
En tanto, en una entrevista con Reuters Insider Television, Lagarde advirtió que un enfrentamiento en Estados Unidos por elevar el techo de deuda de 16.4 billones de dólares podría ser “catastrófico” para la economía global si el límite no se eleva a tiempo.
“Espero (…) que todas las partes, todas las opiniones confluyan en el interés nacional de la economía estadounidense y el interés nacional de la economía global”, dijo. “Imaginar que la economía de Estados Unidos pueda entrar en cesación de pagos, que no cumpliría los pagos que debe, es simplemente impensable”.
Washington tocó su techo de deuda el 31 de diciembre y desde entonces cumple sus obligaciones con medidas especiales. El Departamento del Tesoro dijo que esas medidas podrían agotarse para mediados de febrero, despertando el fantasma a una cesación de pagos.
Los republicanos quieren utilizar la necesidad de subir el techo de deuda para conseguir a cambio profundos recortes de gastos. La Casa Blanca ha dicho que no negociará.
Un pulso por el presupuesto a fines del año pasado casi arrojó a Estados Unidos, la mayor economía del mundo, a un abismo fiscal de 600,000 millones de dólares en alzas de impuestos y recortes de gastos, que según economistas hundirían la economía.
Pero el Congreso actuó a último momento y suavizó el golpe, uno de los pasos a los que aludió Lagarde en su rueda de prensa.