Washington (Reuters).- El Fondo Monetario Internacional (FMI) admitió que tuvo que rebajar sus estándares normales de sostenibilidad de deuda para rescatar a Grecia, y sus proyecciones para la economía griega podrían haber sido demasiado optimistas.
El FMI fue uno de los tres prestamistas internacionales que en el 2010 intervino para evitar que el país perteneciente a la zona euro cayera en moratoria de su deuda y que saliera del bloque de la moneda común. El organismo prometió a Grecia unos 30,000 millones de euros (39,000 millones de dólares) en ese momento, de un total de 110,000 millones de euros.
Algunos miembros de la junta del FMI y otros sectores criticaron al fondo por darle a Grecia demasiado dinero en comparación con el tamaño de su economía, acusando al organismo multilateral de ser excesivamente influenciado por los socios europeos.
Una evaluación divulgada el miércoles dijo que el apoyo del FMI fue necesario para evitar que los problemas de Grecia se extendieran hacia el resto de la zona euro y a la economía global. “Sin embargo, hubo una tensión entre la necesidad de apoyar a Grecia y la preocupación de que la deuda con alta probabilidad no era sostenible”, según la evaluación.
“En respuesta, el criterio de acceso excepcional se modificó para rebajar la vara para la sostenibilidad de la deuda en casos sistémicos”, agregó.
Después de que el programa de Grecia fuera aprobado, el FMI y los otros prestamistas, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo, exigieron que Atenas recortara inmediatamente su deuda e implementara reformas estructurales.
Pero existieron “notables fallas” en los resultados, dijo el FMI. Grecia permaneció en la zona euro y recortó su deuda, pero no logró restablecer la confianza del mercado y el país se hundió en una de las peores recesiones que jamás haya golpeado a una economía en tiempos de paz, con la producción cayendo un 22 por ciento desde el 2008 al 2012.
La evaluación dijo que los supuestos del FMI sobre la economía griega pueden “ser criticados por ser demasiado optimistas”.
El prestamista con sede en Washington, según la evaluación, podría haber sido demasiado limitado al trabajar con los socios europeos dentro de la unión monetaria, y no enfocarse demasiado en asegurar que el apoyo político existiera dentro de Grecia para los rápidos ajustes.
“Otras lecciones extraídas se refieren a la necesidad (…) para el fondo de ser más escéptico sobre los datos oficiales durante la supervisión regular”, según el reporte.