La formulación de políticas prudentes en los últimos años ha permitido a Perú tener “margen para mantener políticas monetarias y fiscales acomodaticias” en tanto el crecimiento económico se ralentiza, proporcionando un buffer para su calificación BBB+/Estable, dijo hoy Fitch Ratings.
Sin embargo, mantener un crecimiento relativamente rápido en el mediano plazo será importante para impulsar aún más los indicadores de desarrollo humano y el PBI per cápita, áreas donde Perú está rezagado frente a sus pares de calificación.
Citando datos del INEI del 25 de agosto, Fitch recordó que el PBI aumentó sólo un 1.7% interanual en el segundo trimestre del 2014, mucho menos que el 5.1% registrado en el primer trimestre.
“Esto debido en gran parte a una caída de las exportaciones de cobre y una disminución de las inversiones. La tasa de crecimiento del segundo trimestre es el más baja desde 2009” indicó la agencia de calificación.
El crecimiento podría recuperarse después de que los retrasos en algunos proyectos mineros y una menor ejecución de la inversión pública por parte de algunos gobiernos regionales contribuyeron al débil resultado en el segundo trimestre, esto sumado a una menor demanda global.
La inversión se recuperó rápidamente después de la desaceleración del 2009, y la inversión minera podría ayudar a duplicar la producción de cobre para el año 2016.
El Banco Central de Reserva (BCR) del Perú recortó en julio su pronóstico de crecimiento para el 2014 a 4.4%, frente al 5.5% en abril, pero prevé una recuperación del crecimiento anual a cerca de 6% en el 2015. Incluso en la estimación más baja para el 2014 del BCR, el crecimiento seguiría siendo más alto que el promedio esperado ‘BBB’ de 2.9%.
Mientras tanto, las autoridades mantienen una postura fiscal de apoyo, a través de políticas existentes, tales como los aumentos salariales programados y un fuerte impulso para la inversión a través de asociaciones público-privadas y la eliminación de los cuellos de botella que limitan la inversión. Estas iniciativas también podrían ayudar a aumentar la competitividad.
Luego del recorte de 25 puntos básicos a la tasa de interés de referencia en noviembre pasado (la primera en más de cuatro años), el BCR volvió a reducir la tasa en 25 puntos básicos a 3.75% en julio.
Un registro de selección constante de metas de inflación y estabilidad financiera y una posición fiscal prudente, respaldada por una ley de responsabilidad fiscal, significa que Perú puede implementar políticas acomodaticias, sin dañar la credibilidad de las autoridades o las métricas fiscales.
El ahorro fiscal y la programación fiscal conservadora han fortalecido las finanzas públicas, y prevemos una situación presupuestaria casi equilibrada en 2014, en consonancia con un nuevo descenso en la carga de la deuda desde ya baja.
Sin embargo, si se prolonga la desaceleración, esta podría limitar el perfil crediticio soberano de Perú al retardar el crecimiento del PBI per cápita a niveles más comparables con los exportadores de materias primas con similar grado de inversión y con soberanos con calificaciones más elevadas.
Junto con el impacto de las reformas recientes y del estímulo anticíclico, la capacidad de las autoridades para traducir el crecimiento en una mejora de los indicadores sociales y un marco institucional más fuerte para la implementación de políticas sociales y de inversión seguirá siendo parte de nuestra evaluación de calificaciones.