El financiamiento a través de tarjetas de crédito otorgadas por bancos y financieras sumó S/ 23,593 millones al cierre de enero del 2017, monto menor en S/ 231 millones (-0.97%) frente al reportado el mes previo, pero mayor en S/ 962 millones (4.25%) en comparación con enero del 2016, indicó Asbanc.
De este modo, el financiamiento otorgado a través de tarjetas de crédito evidenció una desaceleración (crece, pero a menor ritmo) por decimoprimer mes consecutivo (desde febrero del 2016, mes en el que reportó un avance interanual de 17%), en línea con el menor dinamismo que se observó en el consumo y la demanda interna en el país.
Otro factor que estaría detrás de este comportamiento son los ajustes a la gestión del riesgo crediticio en los distintos segmentos que usan tarjetas por parte de los bancos.
Similar comportamiento se observó con respecto a la línea de crédito autorizada para tarjetas de crédito, la que también muestra un ritmo de avance cada vez menor. Dicha línea se ubicó en S/ 73,601 millones a enero del 2017, con una variación anual de 3.22%.
El 84% del monto que se financia a través de tarjetas de crédito es utilizado por personas naturales para consumo de bienes y servicios.
Como resultado de lo anterior, el ratio de monto utilizado entre la línea disponible se ubicó en 32.05% en enero último, nivel alrededor del cual se ha mantenido en los últimos años.
De otro lado, destaca que el financiamiento a través de tarjetas de crédito utilizado por las personas naturales para consumo de bienes o servicios ha continuado mostrando un mayor protagonismo respecto a otros segmentos.
Así, este nicho reportó una participación de 84% a enero del 2017, nivel mayor en dos puntos porcentuales al alcanzado en enero del 2016, y en seis puntos frente al reportado dos años atrás, en enero del 2015.
Finalmente, la morosidad de las tarjetas de crédito se ubicó en 5.91% en enero del 2017, ratio ligeramente mayor en 0.20 puntos porcentuales frente al mes previo, y en 0.58 puntos en comparación a enero del 2016.
Este ratio presenta cierta estabilidad desde mayo del 2016, permaneciendo por debajo de 6% desde entonces.
La evolución futura de este ratio estará relacionada al comportamiento que se observe en la demanda interna y el consumo, las que, de repuntar, incidirán positivamente en la capacidad de pago de las personas, dinamizando el financiamiento a través de este producto bancario y reduciendo su morosidad.