La columnista del Financial Times, Gillian Tett, anotó ocho hechos de las finanzas globales que cambiaron tras la crisis financiera del 2008:
1.Más grande no es mejor.
Antes de 2008, los inversionistas instintivamente miraban con admiración a los bancos gigantes (como Citigroup) o países con sistemas bancarios corpulentos (como Islandia). Ya no; ahora sabemos que las economías de escala a veces son una ilusión.
2.Las finanzas no son auto-estabilizadoras.
Al contrario, a menudo se ven “autodestructivas”. Incluso Alan Greenspan, ex presidente de la Fed y decano de la escuela de la “auto-estabilización”, hoy suena preocupado por el comportamiento de los bancos.
3.Los contribuyentes quedan vulnerables cuando las finanzas fallan.
Nadie espera que un hada mágica ahuyente los problemas. Sólo mire, por ejemplo, como las calificaciones de crédito bancario y soberano, o cómo los precios de intercambio de créditos, se han entrelazado desde 2008.
4.El apalancamiento importa.
Antes de 2008, este asunto parecía irrelevante – o nostálgico; tanto así que cuando los banqueros aseguradores europeos crearon una banda de rock amateur en 2007, se llamaron “Da Leverage” como una broma. Hoy, nadie se atrevería a reír de esa palabra.
5.La liquidez importa.
Antes de 2008, preguntarse por esta palabra también parecía pintoresco; después de todo, la innovación financiera parecía haber “licuado” la mayoría de las clases de activos. Hoy todos saben que la liquidez se puede desvanecer, generalmente cuando más se necesita.
6.Las burbujas no solo existen en los baños.
Antes de 2008, a los políticos les gustaba pensar que podían trapear los excesos, si era necesario, en lugar de intervenir por adelantado. Ya no.
7.Las soluciones estructurales no son un tabú.
Antes de 2008, era casi extravagante sugerir que los políticos podrían influir deliberadamente en la dirección de las finanzas por medio de intervenciones en la política. Hoy, incluso las voces de la derecha creen que tiene sentido restringir el tamaño y el comportamiento de los bancos, y las voces de la izquierda quieren controlar aún más.
8.Las sombras no debieran permanecer sombrías.
Antes, el sector financiero no bancario era generalmente ignorado. Hoy, los políticos e inversionistas quieren alumbrar a los bancos en las sombras – y los gobiernos (tardíamente) quieren crear más control.