Las recientes cifras de julio reveladas por el INEI mostraron una reducción de casi el 20% interanual de las exportaciones, debido a los menores envíos de productos tradicionales y a la caída de los precios de algunos metales, en línea con la debilidad económica mundial.

Esto, sumado a un tipo de cambio que continuaría a la baja en el largo plazo –según estimación de analistas–, provocará el deterioro de los envíos al exterior, haciendo necesario que los exportadores sigan ajustando su estructura de costos y diversificando mercados, sostiene Paúl Lira, director de Administración y Finanzas de la UPC.

“Los exportadores deberán seguir ajustando su estructura de costos y diversificando mercados para no quedarse en las áreas tradicionales. Pues, pueden darse hipos cambiarios en el corto plazo, pero, definitivamente, el dólar ya no brillará como antes”, dice Lira.

Respecto al afinamiento en la estructura de costos, Lira asegura que esta medida tiene ciertos “límites”, sobre todo cuando el Congreso pretendería modificar la Ley de Promoción de Exportaciones No Tradicionales que flexibiliza el tratamiento laboral.

“Si el tipo de cambio no ayuda, la estructura de costos es la que tiene que salir al frente. Pero va a haber un límite, pues, si se introducen rigideces en los contratos laborales, ya no se va a poder bajar de determinados niveles. Por lo tanto, los exportadores no tradicionales, que son los que están sacando la cara por la venta al exterior, pueden sufrir”, señala.

Como se sabe, el debate en referencia a esta ley plantea eliminar los artículos que crean un régimen laboral especial para que las empresas de exportación no tradicional contraten trabajadores a plazo determinado, con renovaciones sucesivas de sus contratos, las veces que sea necesario. Así, se obligaría a las empresas a contratar de forma permanente.

Por último, Lira recomienda a los exportadores mejorar la parte logística de su negocio, pues “aún no se tiene un dominio completo de lo que es la cadena logística”.