“Sí puede haber para el abogado un conflicto entre lo ético y lo jurídico”.
Augusto Loli
Socio de Rebaza, Alcázar & de las Casas
Creo que sí puede haber una situación conflictiva entre el derecho y la ética. Creo que es un valor muy importante. Lo es para nosotros como profesionales porque vivimos de nuestro prestigio. Y eso supone mirar qué casos asumimos y qué casos no asumimos.
Evidentemente, se puede estar frente a personas que en algún momento cometieron algún grave error pero que no constituye delito porque eso no está tipificado en las normas. Sin embargo, eso no necesariamente implica que dicho comportamiento sea ético.
Desde ese punto de vista, el abogado podrá a veces asumir algún caso en el que cree plenamente en la defensa jurídico-legal de la persona, pero no necesariamente comparte los valores éticos que están involucrados en el comportamiento de ese cliente.
[Lea también: ¿Cuál es el rol de la ética jurídica en la lucha contra la corrupción?]
“No hay dilema entre lo ético y lo jurídico, aceptada la defensa del caso”.
Héctor Gadea
Socio de Benites, Forno & Ugaz
Se debe empezar por conocer a tu cliente y en ese primer contacto decidir si se quiere tomar la asesoría, el litigo o el caso y vincularse con esta persona, o no. Nadie puede obligar al abogado a defender un caso con el cual no se sienta cómodo por cualquier razón.
Pasado ese primer filtro, luego de conocer al cliente y la verosimilitud de la posición jurídica, si el abogado decide tomar el caso ahí lo ético es defender a su cliente con todo lo que permite el sistema legal, siendo el único límite la ley.
Hacer lo contrario después de dar su palabra no es ético. En materia penal, la consecuencia es muy grave, es la diferencia entre la cárcel y la libertad. Nuestra obligación ética es defender al cliente.
[Lea también: ¿Cuánto ayuda la nueva legislación a combatir la corrupción?]
“Lo ético también evalúa la lealtad con el cliente para la defensa del caso”
José Reaño
Socio de Rodrigo, Elías & Medrano
Sin duda, lo ético trasciende a lo jurídico, entendiendo lo jurídico como legislación. Lo que está escrito no necesariamente coincide con los valores éticos, de hecho, existieron leyes sobre esclavitud durante mucho tiempo.
Respecto al cliente, una línea ética consiste en tener una férrea política de evitar conflicto de interés, en el sentido que así se pueda trabajar con el cliente para su mejor interés.
Y también lealtad, en el sentido de que si se toma un asunto profesional, porque si le causa algún tipo de rechazo o repulsión hay que ser sincero con el cliente desde el punto de vista ético, para declinar la defensa, pues no se podrá hacer un buen trabajo.
“La ética invita a hacer un buen uso de la libertad de las personas”
Marisa Aguirre
Catedrática de ética del PAD
La ética abarca un terreno más amplio que lo jurídico. Se distinguen en que las obligaciones y deberes como abogados son muy claros y son las leyes las que marcan su actuación. Pero por encima está la ética, no solo para los penalistas sino para el ejercicio de cualquier profesión.
Entonces una manera muy simple de definir la ética es que se trata de una invitación a la persona para hacer buen uso de la libertad, y ese buen uso de la libertad está en las decisiones que tomo como profesional, como ciudadano y otros.
Es decir, la ética ocupa todos los ámbitos de la persona, y uno de esos ámbitos es el profesional.
Cuando el valor esta encarnado en las personas, los filósofos clásicos lo llaman virtud, pero los valores no valen nada si no están puestos en la persona, ese trabajo de que ‘están puestos en la persona’ es el trabajo de la libertad personal, de tener una actitud y un comportamiento ético.
La ética es liberadora, no se impone por ley y viene de la voluntad de la persona.