Atenas (Reuters).- Europa se aprestaba hoy a reabrir el financiamiento a la atribulada economía de Grecia, horas después de que un dividido Parlamento griego aprobó un severo programa de rescate en una votación que dejó al gobierno sin mayoría y frente a la posibilidad de elecciones anticipadas en los próximos meses.
El primer ministro Alexis Tsipras recibió el respaldo del Parlamento en la madrugada del jueves para la adopción de estrictas reformas demandadas por los acreedores de Grecia liderados por Alemania, pero quedó debilitado por una rebelión en su partido izquierdista Syriza.
Su ministro del Interior, Nikos Voutsis, dijo que podrían celebrarse elecciones anticipadas en septiembre u octubre, “dependiendo de los acontecimientos”.
La medida del Parlamento griego fue suficiente para persuadir al Banco Central Europeo (BCE) de reabrir fondos clave para el sistema bancario griego bajo su programa de Asistencia de Liquidez de Emergencia (ELA), luego que ministros de Finanzas de la zona euro señalaron que desbloquearán 7,000 millones de euros (7,600 millones de dólares) en préstamos puente.
“Ahora las cosas han cambiado”, dijo el presidente del BCE, Mario Draghi, en una conferencia de prensa en Fráncfort.
“Tenemos una serie de noticias con la aprobación de un paquete de financiamiento puente, con las votaciones en varios parlamentos, lo que ahora ha restaurado las condiciones para elevar el ELA”, agregó.
Draghi dijo que el BCE incrementaría el financiamiento del ELA en 900 millones de euros. Pero agregó que era difícil tomar decisiones sobre Grecia considerando las restricciones de un programa que nunca buscó dar apoyo incondicional e ilimitado.
Legisladores finlandeses y lituanos aprobaron el inicio de las negociaciones, un día antes de que el Parlamento alemán tuviera previsto votar el tema, mientras que la Comisión Europea dijo que creía que un acuerdo para proveer financiamiento puente de corto plazo llegaría pronto.
Sin embargo, el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, subrayó los riesgos que aún rodean a las negociaciones que necesitarán ser realizadas en los próximos meses, al decir que todavía una “salida” temporal de Grecia de la zona euro podría ser una mejor opción.
Luego de una advertencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) esta semana de que la masiva deuda pública griega no podría manejarse sin un recorte significativo, Schaeuble dijo que una quita de la deuda era incompatible con la membresía del euro y significaría que Grecia tendría que dejar el euro, al menos temporalmente.
“Pero esto quizá sería un mejor camino para Grecia”, dijo Schaeuble a la radio Deutschlandfunk.
Los bancos griegos han estado cerrados por tercera semana, con restricciones de capital y racionamiento al retiro de efectivo de los cajeros automáticos, y no podrán reabrir sus puertas hasta que el BCE libere el financiamiento de emergencia.
Ministros de Finanzas europeos mantuvieron una conferencia telefónica el jueves por la mañana para acordar un plan de 7.000 millones de euros en préstamos puente, que le permitan a Grecia cumplir sus necesidades inmediatas de servicios de deuda y evitar un default sobre un repago al BCE el próximo lunes.
En un comunicado, los funcionarios acordaron “en principio” iniciar las conversaciones con Grecia sobre un nuevo rescate a tres años y también llamaron a Atenas a adoptar un segundo paquete de reformas para el miércoles 22 de julio.
Está previsto que los 28 países de la Unión Europea contribuyan, pese a la reticencia de miembros que no comparten el euro, como Gran Bretaña y la República Checa.
El Parlamento griego aprobó cómodamente el acuerdo que Tsipras alcanzó el lunes con la zona euro, que demanda medidas de austeridad y reformas económicas liberales más duras que las rechazadas por los votantes en un referendo del 5 de julio.
Algunas de las principales medidas, que incluyen un aumento del impuesto al valor agregado, entrarán en vigencia inmediatamente, aunque serán extendidas a los hoteles recién en octubre, después de la temporada alta de turismo.
Pero 32 de los 149 legisladores del partido izquierdista de Tsipras votaron en contra del plan mientras seis efectivamente se abstuvieron y uno estuvo ausente, lo que significa que tuvo que depender de votos de la oposición.
“Tsipras sigue herido, hasta próximo aviso”, tituló el diario de tendencia izquierdista Efimerida Ton Syntakton.