El gasto en investigación y desarrollo (I+D) es determinante para el crecimiento en el largo plazo de los países, aseguró Luis Miguel Benavente, jefe de la División de Innovación y Competitividad del BID; indicador que se mantiene rezagado en el país, pese a la mejora en otros rubros, como el ahorro o la infraestructura.
Y anotó que si bien la I+D tiene grandes retornos por sus externalidades, los resultados no son inmediatos ni necesariamente tangibles. De hecho, explicó que incorporar una innovación en un proceso reduce la productividad en el corto plazo pero la incrementa en el largo plazo.
Desafíos
Para reducir la brecha en innovación que reporta el Perú, Benavente apuntó que se tiene que aumentar la inversión en ciencia, tecnología e innovación (CTI) con impulsos del sector público a las empresas y aumentar los niveles de capital humano dedicado a la innovación (el Perú tienen solo 0.4 investigadores de cada mil personas en la fuerza laboral)
Ante este panorama, detalló como tareas pendientes trabajar con una visión sistémica en un diálogo con todos los sectores para incrementar el nivel de conocimiento en la canasta productiva, además de reforzar la innovación orientada por misión o el conocimiento funcional. Esto es, adecuar la infraestructura y la tecnología a las necesidades de cada país.