(Bloomberg) Durante meses, invertir en Brasil fue pan comido. Comprar cualquier clase de activos produjo algunas de las mayores ganancias en el mundo en tanto los operadores aplaudían las medidas de austeridad iniciativas del presidente Michel Temer diseñadas para controlar un creciente déficit fiscal.
Eso cambió abruptamente el miércoles por la noche, tras conocerse informes de que Temer aprobó pagos ilegales a un legislador caído en desgracia que había orquestado el juicio político de su predecesora.
Los inversores olfatearon un desastre en ciernes, y los mercados abrieron el jueves con una liquidación masiva de todo, desde el real hasta el Ibovespa y los bonos brasileños.
Ahora, algunos administradores de fondos valientes están sacando sus calculadoras y buscando oportunidades de compra en medio del caos. Reconocen, por supuesto, que Temer podría irse y que sus ambiciosos planes para controlar el sistema de pensiones y cambiar las leyes laborales de Brasil están prácticamente muertos, pero la mayor economía de América Latina todavía tiene mucho valor para los inversores dispuestos a trabajar.
“A corto plazo, esto es negativo para la reforma de la seguridad social y para el sentimiento, pero somos de esos fondos que, cuando los precios caen, estamos más inclinados a comprar”, dijo Adrian Landgrebe, administrador de fondos de mercados emergentes de Sagil Capital en Londres. “Vemos algunos movimientos realmente extremos y ese es el tipo de cosas que buscamos comprar”.
De hecho, el desplome fue fuerte. El real registró la mayor caída desde 1999, el Ibovespa se hundió hasta el nivel más bajo desde enero y los bonos del gobierno sufrieron la mayor baja en los mercados emergentes.
Y nadie dice que la masacre terminó. Temer adoptó un tono desafiante en un discurso el jueves por la tarde, cuando dijo que no renunciaría y negó cualquier delito, eliminando las expectativas que tenían algunos inversores de una resolución rápida.
Pero los optimistas dicen que Brasil es una economía enorme con una clase media numerosa y abundantes recursos naturales, y que en algún momento recuperará su equilibrio.
Los activos brasileños se habían recuperado en los últimos 18 meses, en tanto los inversores adquirieron confianza en que el gobierno sería capaz de hacer frente al gasto excesivo y a la baja recaudación tributaria que habían resultado en la pérdida de su codiciada calificación de grado de inversión.
El Ibovespa subió 69% en dólares el año pasado, mientras que el real se apreció un 22%, el mejor desempeño en el mundo tanto para las acciones como las monedas.
Marcelo Assalin, que maneja US$ 8,500 millones como responsable de deuda de mercados emergentes en NN Investment Partners, dijo que la liquidación del jueves se vio exacerbada por el hecho de que muchos grandes inversores tenían una posición sobreponderada en Brasil y trataron de salir rápidamente.
Las perspectivas para los mercados dependen, dijo, de la rapidez con que cobre forma una solución institucional.
“Llegará el momento de buscar buenas oportunidades de inversión”, dijo. “En este momento hay que mantener la calma y esperar más claridad. Los activos brasileños ofrecen un buen valor a los inversores que tienen un enfoque a más largo plazo”.
Varios analistas dicen que Ambev SA, la unidad brasileña de la mayor cervecera del mundo, Anheuser-Busch InBev, podría ser una buena elección de acciones.
Deutsche Bank escribió en una nota que las coberturas cambiarias del fabricante de cerveza ayudarían a protegerlo de un real más débil, y Guilherme Paiva, estratego de Morgan Stanley, también lo mencionó como un buen valor.