Una de las mayores muestras de emprendimiento de nuestro país parece haber llegado al tope y hoy se encuentra en retroceso. Las ventas del Emporio Comercial Gamarra al cierre del 2015 caerían en S/. 300 millones, llegando a unos S/. 750 millones. Esta tendencia continuaría en los próximos años si no se actúa pronto, subrayó Diógenes Alva, dirigente de los empresarios formales de ese sector.
Para el representante, los números en negativo se han dado debido al abandono del Gobierno, a la competencia desleal y la falta de seguridad. “Yo le preguntaría al Gobierno, si nosotros pagamos una cantidad fuerte de impuesto por qué no nos dan la seguridad”, indicó.
Incluso, señaló que algunos confeccionistas se están volviento también comerciantes y ya no necesitan contratar mano de obra, por lo tanto, ya no crean empleo.
El reflejo de una Gamarra golpeada se traslada también a las exportaciones. Según el dirigente, los envíos en su época de apogeo incluso representaron hasta un 60% de sus ventas totales. Hoy los envíos al exterior estarían en solo 20% y continuarían cayendo. La menor compra del mercado venezolano fue significativa, pasando de S/. 707 millones en el 2012 a S/. 274 millones en el 2014.
Hace unos años se pagaba US$ 30,000 por metro cuadrado para conseguir un puesto en una de las calles más rentables de Gamarra, este año ha llegado a costar US$ 20,000 y seguiría bajando. Además, a la fecha, el 20% de los locales está desocupado.
Las 250,000 visitas diarias al emporio no pueden competir con los centros comerciales que alcanzan millones de visitantes. Aun así, el dirigente estima que para Navidad y Año Nuevo llegarían unas 500,000 personas diariamente a Gamarra.
“Nosotros debemos pedir un canon para Gamarra, para la seguridad, para las pistas, para un orden total. Tienen que darnos un canon, un 2% o un 3% para poder mejorar la situación y vivir tranquilos”, señaló Alva como medida para remediar la inseguridad.
En corto
A la baja. Según el estudio Retail Peruano 2012 de Arellano Marketing, Gamarra era el primer centro comercial con el 41% de preferencia. Dos años después, en el 2014, la preferencia de los compradores por adquirir ropa en este lugar se redujo a la mitad con un 23%. En su lugar, centros comerciales de Lima Norte tomaron más fuerza.