Un nuevo escenario se circunscribe en el consumo, con nuevos actores y nuevos retos que se presentan para el 2018, frente a la desaceleración de la economía.
El consumo viene ralentizado incluso antes de los choques que enfrentó la economía este año con El Niño Costero y el caso Lava Jato. Sin embargo, para el director de GfK, Hernán Chaparro, si bien lo fundamental será ver cómo evoluciona el empleo, los consumidores mantendrán sus estándares de vida. Así, brinda un adelanto del evento de Perspectivas Económicas 2018.
¿Cómo describiría el año en el sector consumo?
Este año ha sido difícil en general, para diferentes sectores. Cada uno ha ido buscando un nicho donde defenderse y muchas empresas han optado por estrategias más eficientes.
¿Cómo cuáles mejoras?
Ya sea mejoras en su productividad, reducción de costos, analizando mejor donde invertir en cada campaña para tener un mejor retorno de inversión
¿Un sector desacelerado?
El sector consumo ya venía complicado. Más que desacelerado, yo te diría detenido, ralentizado.
¿Cómo evolucionará esto de cara al último trimestre del 2017?
El último trimestre es de mayor actividad. Siempre, comparativamente con otros trimestres, es la más activa del año. Está la campaña navideña, y una serie de acciones que da un empuje final.
¿El consumidor ajustará el gasto?
Hay cierto tipo de actividades que se pueden estar restringiendo, suelen ser las recreativas, que no necesariamente se cortan sino que se espacian.
¿De qué manera?
En general, hay mucho de logrado. Hay un cierto nivel de calidad de vida, de estándar, que la gente trata de defender. Sigue saliendo, ahora un poco menos, pero en general la vida en espacios públicos ha aumentado. Y las generaciones más jóvenes hoy están mucho más en la calle que antes. Eso no se va a retrotraer de un día para otro, es una tendencia que va a seguir ahí.
¿Qué otra tendencia se mantendrá?
Otra tendencia que va a seguir es la búsqueda de placer, de goce y de diversión, que está presente en las generaciones más jóvenes. La recreación se ha ganado en el consumo y se va a mantener el gasto en ciertas cosas.
En ese contexto, ¿Cómo se comportará el consumidor el 2018?
Estamos viendo tendencias vinculadas a las nuevas generaciones de consumidores. Lo que estamos viendo es esta preocupación por lo medioambiental, que es mayor, por estar más atentos a cómo la empresa se vincula con la ciudadanía, no sólo a través de su producto.
¿Y las empresas?
Son oportunidades para vincularse. Claramente la evaluación de una marca no está en manos de la empresa, sino cada vez más en poder de las redes sociales y del celular.
Cada vez hay más smartphones, prácticamente dos tercios de celulares en Perú son smartphones. Casi tres cuartas partes de los celulares nuevos que han entrado al país son smartphones. Ya el poder está en la mano.
Es el consumidor, que cada vez más comienza a utilizar la navegación en el celular antes de ir a comprar. Cada vez más la compra del consumo que hace está más dependiente de los comentarios de los amigos y conocidos en las redes sociales, y por lo tanto hay un consumidor que está más empoderado en la red. Y ese es el gran reto de las marcas.
Tras casos como el de Pura Vida, ¿vamos a ver consumidores más informados?
Hay varias tendencias: Uno, el consumidor demanda que quien produce sea un ciudadano corporativo responsable. Las nuevas generaciones valoran mucho la transparencia y la honestidad en la acción, y penalizan a la que no se comporta de manera adecuada con la sociedad. Entonces ese balance entre producto y performance corporativa es importante.
Lo otro es la preocupación por el equilibrio ecológico. Es un tema para las generaciones que vienen es cada vez más importante.
¿Cómo evolucionará el consumo por NSE?
Hasta el año pasado lo que se veía era que el AB y el C1, la parte más alta del C, eran los segmentos que estaban más activos. Lo que hemos podido ver es que el segmento C2, la parte baja del sector medio emergente, ha ido mejorando un poco su situación.
¿En qué sentido?
Podría haber algunas oportunidades en Lima Norte, Lima Sur y Lima Este., por lo tanto, un poco más de capacidad de consumo, de gasto.