El número de estadounidenses que presentó nuevas solicitudes del subsidio por desempleo bajó inesperadamente la semana pasada y la confianza del consumidor subió a inicios de mes en medio del continuo optimismo sobre las finanzas de los hogares, lo que sugiere que una drástica desaceleración del empleo en marzo fue una anomalía.
Aunque otros datos conocidos el jueves mostraron que los precios al productor cayeron en marzo por primera vez en siete meses, los precios registraron su mayor incremento interanual en cinco años.
Los reportes apuntaron a una economía que mejora constantemente y podría alentar a la Reserva Federal a subir las tasas de interés nuevamente en junio.
Los pedidos iniciales de los beneficios estatales por desempleo cayeron en 1,000, a una cifra desestacionalizada de 234,000 en la semana al 8 de abril, dijo el jueves el Departamento del Trabajo.
Fue la tercera semana seguida de descenso en las solicitudes, que quedaron muy cerca del mínimo en 44 años de 227,000 alcanzado en febrero.
Las solicitudes han estado por debajo del umbral de 300,000, asociado con un mercado laboral saludable, por 110 semanas consecutivas. Esa es la mejor racha desde 1970, cuando la fuerza laboral era más pequeña, y ahora está cerca del pleno empleo ya que la tasa de desempleo se ubica en un mínimo de 10 años de 4.5%.
Economistas consultados en un sondeo de Reuters proyectaban que los nuevos pedidos de subsidios por desempleo aumentaran a 245,000 en la última semana.
El bajo nivel de las solicitudes sugiere que la fuerte desaceleración en el crecimiento del empleo en marzo fue una anomalía y que el mercado laboral se sigue fortaleciendo. Las nóminas no agrícolas se incrementaron en 98,000 puestos el mes pasado, el menor número desde mayo del año pasado.
Mientras, un sondeo de la Universidad de Michigan mostró que su índice de confianza del consumidor subió a una lectura de 98.0 a inicios de abril frente a 96.9 en marzo.
El índice de las condiciones económicas actuales del sondeo escaló a su mayor nivel desde el 2000, con un aumento en la proporción de hogares que reportaron una mejoría en sus finanzas.
En otro informe conocido el jueves, el Departamento del Trabajo dijo que su Índice de Precios al Productor para la demanda final cayó un 0.1% en marzo, el primer declive desde agosto. El IPP avanzó un 0.3% en febrero.
Pese a la caída del IPP el mes pasado, el índice registró un avance del 2.3% en los 12 meses a marzo, en lo que fue su mayor incremento desde marzo del 2012 y siguió a un alza del 2.2% en febrero.