El gobierno de España remitió este sábado al parlamento su proyecto de presupuesto 2013 marcado por la austeridad para “superar la crisis”, pero la preocupante situación de la banca sigue pesando en las cuentas públicas y provoca el aumento de la deuda pública y el déficit.
El proyecto, adoptado el jueves en el Consejo de Ministros, multiplica los recortes con el objetivo de recuperar 39,000 millones de euros, en un contexto de tensiones de los mercados, que están esperando que España pida a Europa un rescate de su economía.
“Los presupuestos deben servir de palanca para superar esta crisis y recuperar la confianza en España (…) La tarea del gobierno es despejar incertidumbres sobre la economía”, explicó el ministro español de Hacienda, Cristóbal Montoro, durante una conferencia de prensa, tras entregar al parlamento el proyecto para 2013.
“Estos presupuestos deben abrir el camino del crecimiento y de la creación de empleo en nuestro país”, añadió Montoro, en momentos en que España está en recesión y la tasa de desempleo es la más alta del mundo industrializado (24,63 %).
El proyecto presupuestario para 2013 incluye nuevas medidas de austeridad, como el recorte de las prestaciones por desempleo, que disminuirán en un 6,3%.
También se reducirán un 8,9% de media los presupuestos de varios ministerios: el de Industria disminuirá un 21,3%, el de Agricultura 25,4% y los de Educación, Cultura y Deportes un 17,2%.
La familia real deberá además unirse al esfuerzo nacional, con una disminución del 4% de su presupuesto.
El texto revela también que la situación de los bancos españoles, fragilizados tras el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008, pesa sobre las cuentas públicas de España.
Así, el déficit público en 2011, previsto en 8,9% del PBI, subió a 9,44%, y en 2012 alcanzará 7,4%, más del 6,3% prometido a Europa, indicó el Gobierno.
En lo que concierne a 2013, el Ejecutivo español estima que podrá cumplir con el objetivo de un déficit público en 6,3%, tal como le ofreció a Bruselas.