Expansión de España
Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)
Los desequilibrios mundiales se reducen. Aunque no lo hacen igual para todos: tras la peor etapa de la crisis, España sigue siendo una de las economías más endeudadas del mundo, según el ránking que acaba de publicar el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Los datos colocan a España en segundo lugar en esa clasificación de mayores saldos negativos en activos externos netos, con US$ 1.4 billones o el 103.1% del PBI, un nivel sólo superado por EE.UU. y que supone un récord histórico. Los siguientes en la lista son Brasil , Italia, Austria, Francia, India, México, Turquía y Polonia.
La cifra nacional es tan abultada como el incremento, pues se ha pasado de US$ 862,000 millones en 2006 a los US$ 1.4 billones actuales. Lo que no ha cambiado respecto a ese año previo a la crisis es que España sigue ocupando el segundo lugar.
Algo bien distinto sucede con el déficit corriente, pues España ha pasado de ser uno de los países con un saldo más negativo a registrar superávit. En concreto, en 2006 el agujero ascendía al 9% del PBI, equivalente a US$ 111,000 millones, que en 2013 se transformaron en superávit por primera vez en tres décadas.
El ejercicio cerró con un saldo positivo de US$ 9,050 millones.
Con estas cifras sobre la mesa, España representa la cara y la cruz del análisis del FMI. «Si bien los pronósticos del informe WEO [Panorama Económico Mundial] apuntan en general a una disminución de las vulnerabilidades externas en los próximos años, algunas economías permanecen en situación de riesgo», apunta el organismo en los capítulos analíticos de la edición de otoño del WEO, cuyas previsiones publicará la próxima semana.
«En 2006, los saldos en cuenta corriente y los saldos en activos externos netos de una serie de economías se acercaban o superaban umbrales asociados a crisis anteriores y desde entonces, muchas de estas economías se han vuelto menos vulnerables, y las proyecciones más recientes del informe WEO indican que las vulnerabilidades externas seguirán reduciéndose en los próximos años», agrega.
No obstante, y en este punto se refiere a un grupo de países que incluye a España, «aunque los riesgos han disminuido, sigue existiendo margen para reducir los déficits y superávits en cuenta corriente excesivos en varias economías avanzadas».
En un escenario global, el organismo estima que los desequilibrios mundiales se redujeron más de un tercio entre 2006 y 2013, en una tendencia bajista que espera que sea duradera. Sin embargo, advierte de que «los menores desequilibrios estuvieron acompañados de un aumento del paro en muchas economías con déficit».