Madrid (Reuters).- España aprobó una nueva reforma bancaria que contempla la creación de un gestor para los activos tóxicos del sector, el denominado “banco malo”, y desbloquea la ayuda de hasta 100,000 millones de euros (125,000 millones de dólares) garantizada por Europa para la industria financiera española.
El Banco de España y el estatal Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) serán los directores de la entidad a la que se traspasarán los activos de difícil cobro, en principio las entidades nacionalizadas, aunque otras también podría acabar pidiendo en mayor o menor medida una parte del apoyo europeo.
La reforma fija también un coeficiente de capital de al menos el 9% para la banca y establece nuevas normas para la comercialización de las participaciones preferentes, un instrumento financiero usado por la banca para captar capital, pero que ha dejado atrapados a miles de inversores con unos activos virtualmente ilíquidos.
“Este gobierno ha diseñado con la voluntad de que sea una norma completa y dé solución a las crisis bancarias”, dijo la vicepresidente y portavoz del Gobierno Soraya Sáenz Santamaría, en rueda de prensa.