Durante el cuarto trimestre del año el empleo formal revertiría la evolución negativa registrada en el tercer trimestre en el Perú, en la medida que se consoliden los incipientes signos de recuperación que empiezan a mostrar la inversión pública y privada, señaló el banco Scotiabank.

La inversión pública creció 29% en setiembre, su tasa mensual más alta en lo que va del 2017, señaló el analista senior del Departamento de Estudios Económicos del Scotiabank, Pablo Nano.

Por su parte, indicadores indirectos de inversión privada como importación de bienes de capital y consumo interno de cemento vienen mostrando signos de recuperación en los últimos tres meses, indicó en el Reporte Semanal del banco.

Estos factores, junto a la tendencia positiva en la creación de empleos en sectores exportadores como agroindustria y minería, permitirían cerrar el 2017 con un crecimiento del empleo formal urbano a nivel nacional de alrededor de 0.3%.

Balance
La debilidad de la inversión privada durante el primer semestre siguió impactando negativamente sobre la creación de puestos de trabajo. Así, el empleo formal urbano a nivel nacional creció sólo 0.3% entre enero y agosto, según cifras del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE).

Si bien el Fenómeno El Niño (FEN) tuvo un efecto temporal sobre el empleo -en especial en la costa norte del país-, lo que más ha impactado ha sido el retroceso de la inversión en infraestructura, debido entre otros factores al caso Lava Jato.

La inversión en infraestructura estaba llamada a liderar la recuperación de la inversión privada en el 2017, por lo que su ejecución menor a la esperada ha influido en la caída del empleo.

El menor dinamismo en la generación de empleo ha sido más notorio en Lima, que acumula cuatro meses sucesivos de caída, siendo los sectores vinculados a la demanda interna como Industria, Comercio y Transportes y Comunicaciones los más afectados.

Por el contrario, el empleo en las regiones se ha mantenido en terreno positivo liderado por los sectores extractivos orientados al mercado externo como agroexportación y minería, este último beneficiado por el mayor dinamismo en las labores de exploración como consecuencia de la recuperación en los precios de los minerales.