La desaceleración de la actividad económica continúa teniendo estragos sobre la dinámica del mercado laboral en Lima Metropolitana. Según los últimos datos del INEI , la generación de empleo asalariado (trabajo dependiente y en planilla) se contrajo 0.25% en el trimestre móvil mayo-julio y sumó su tercera contracción consecutiva (ver gráfico).
Así, la tasa de ocupación en la capital cayó a 60.9% de la población económicamente activa y el desempleo se ubicó en 6.4%.
Lo preocupante de esto es que el nivel de desocupación volvió a crecer a ritmo de dos dígitos, por tercer trimestre móvil consecutivo. Entre marzo y junio había crecido 22%, en promedio, y en el trimestre mayo-julio lo hizo en 14%.
Trabajo inadecuado
A pesar de que el empleo asalariado -en planilla- sigue cayendo, el número de personas con un empleo adecuado (es decir, que trabajan las horas que quieren trabajar y reciben ingresos acordes) creció 2.4% en términos interanuales. A nivel de sectores productivos, resalta que el trabajo adecuado cayó en la industria y creció en construcción, comercio y servicios. Para profesionales universitarios, sin embargo, retrocedió 1.2%.
Por otra parte, el subempleo visible (gente que trabaja menos de 35 horas semanales aunque quiera y pueda laborar más) cayó 8%; pero resalta que en profesionales universitarios creció 5.4% entre mayo y julio.
Finalmente, el subempleo invisible (personas que laboran más de 35 horas pero su ingreso es inferior a S/. 892.95) creció 29.5% para profesionales universitarios y, además, se expandió 22.4% en las grandes empresas.
Salarios en construcción e industria retroceden
En el trimestre móvil mayo-julio los ingresos promedio en Lima Metropolitana crecieron 1.8%, pero el indicador esconde disparidades a nivel sectorial.
Según el INEI , en dicho periodo los salarios en construcción e industria anotaron su segundo trimestre móvil de caída consecutiva, retrocediendo 3.1% y 4.1%, respectivamente. Los ingresos para trabajadores del sector comercio también retrocedieron en 2.3%.
Además resalta que, por nivel educativo alcanzado, los salarios para profesionales universitarios disminuyeron en 4%. Todos los demás niveles de instrucción vieron mejoras.