De aplicarse una reforma que prime la flexibilidad laboral, aumentaría en 40% la formalidad de los trabajadores, indicó Elmer Cuba, socio director de Macroconsult, durante el conversatorio “Reforma Laboral: Propuestas de los expertos”, organizado por la Sociedad Nacional de Industrias (SNI).

Este incremento beneficiaría –señaló- a aquellos trabajadores que hoy son informales y laboran en empresas formales, por lo que su situación cambiaría.

“Esa es una parte del problema, ya que la otra mitad está afectada por la productividad. La utilidad del trabajador promedio peruano es tan baja que no le alcanza para tener todos los incentivos laborales”, agregó.

Asimismo, señaló que la productividad es difícil de medir, pero lo que sí generará la reforma es una respuesta frente a la competencia nacional. En tanto, destacó que lo que importa es el mercado de bienes y servicios, ya que a través de este se determina la existencia de una empresa.

La temática del evento giró en torno a los 11 millones de trabajadores en situación de informalidad, cuya remuneración es, en promedio, la mitad de lo que percibe un trabajador formal. De esta manera, al ser informales, no acceden a todos los beneficios y derechos laborales que sí tiene un trabajador formal.

Por ello, Cuba junto a otros especialistas como Antonio Sempere, laboralista español; Jorge Toyama, socio del estudio Miranda & Amado Abogados; y Miguel Jaramillo, director ejecutivo de Grade, coincidieron en que las medidas de flexibilización deben prevalecer las condiciones de contratación (entrada) y cese del vínculo laboral (salida).

Los expertos aseguraron que hoy es más fácil liquidar a una empresa que despedir o contratar a un trabajador, y es la rigidez, el principal factor que impide la contratación laboral.

La informalidad laboral incluye al 70% de la fuerza laboral del Perú (PEA urbana privada), y Cuba sentenció que si no hacemos algo frente a esta situación, al Perú le tomará 50 años alcanzar un régimen formal.