Washington (Reuters).- Los precios al consumidor de Estados Unidos cayeron en noviembre por primera vez en seis meses, lo que apunta a la inexistencia de presiones inflacionarias y que deberían permitir a la Reserva Federal mantener su política monetaria ultra expansiva mientras trata de ayudar a la recuperación de la economía.
El Departamento del Trabajo dijo el viernes que su Indice de Precios al Consumidor bajó un 0.3% el mes pasado debido a que un agudo declive en los costos de la gasolina compensó incrementos en otras áreas.
También fue la mayor caída desde mayo y tuvo lugar tras un alza del 0.1% en octubre.
Los economistas consultados por Reuters pronosticaban que el IPC bajaría un 0.2% en noviembre.
Excluyendo los costos de alimentos y energía, el IPC subió un 0.1% el mes pasado tras avanzar un 0.2% en octubre.
En los 12 meses hasta noviembre, el índice general de precios acumuló un alza del 1.8%, el menor incremento desde agosto. Eso se compara con un avanza interanual del 2.2% en octubre.