CAMBIO. De manera poco ortodoxa y curiosamente intempestiva, renunció quien había sido el ministro de Economía y Finanzas de Humala durante lo que va de su gobierno. En su reemplazo y con su visto bueno, entró quien lo acompañó como jefe del Gabinete de Asesores a lo largo de este periodo, Alonso Segura Vasi. La naturaleza de la transición, sin duda, asegura un nivel de continuidad dentro del MEF –oportuno en estos tiempos-, mientras que también le permitió a Segura prepararse gradualmente para el cargo, que estaba concebido a asumir eventualmente.
Pero pese a las credenciales laborales y académicas de Segura, el partido a estas alturas no está fácil. Con un crecimiento en el mes de julio de tan solo 1.2%, el nuevo ministro tiene como reto prioritario reactivar la economía lo más pronto posible a fin de que –seamos realistas, el 2014 está jugado- el 2015 pueda mostrar cifras considerablemente superiores a las de este año. En otras palabras, su tarea es liderar la transición para que el 2015 no arrastre el pesimismo del 2014.
Esta misión debe cumplirla Segura con el presupuesto ya presentado por Castilla, lo que limita en buena medida su capacidad de maniobra durante el próximo año. No obstante, que el “derrotero” ya esté marcado, no implica que no haya mucho que se pueda hacer, como el nuevo ministro ha admitido.
En primer lugar, Segura debe considerar nuevas y más audaces medidas que las ya implementadas para lograr su propósito. Si hay un reto en el MEF hoy, ese es despertar a la inversión privada. Ello implica, inexorablemente, apuntar a flexibilizar el régimen laboral, el mayor lastre que existe en el Perú hoy en día. Esta es una tarea que no solo pondrá a prueba su capacidad técnica sino también su muñeca política.
Segundo, concordamos con él en la importancia de la ejecución del gasto público, un problema que impidió a la gestión de Castilla usar a la inversión pública como un estabilizador de la demanda interna, pero tampoco deben descuidarse los mecanismos de APP y obras por impuestos.
De cualquier forma, las primeras señales de la gestión del nuevo ministro provendrán de la defensa que realice del presupuesto público en el congreso y de la posición que adopte respecto a la fallida reforma del sistema de pensiones. Veremos.
Naturalmente, nosotros esperamos que su desempeño sea exitoso.