(AFP) Ecuador espera recaudar unos US$ 1,000 millones a través de drásticas medidas económicas para encarar la crisis en las zonas devastadas por el potente sismo del 16 de abril, el peor desde 1979 y que deja ya casi 600 muertos y unos 5,000 heridos.
Cinco días después del terremoto de magnitud 7.8 que arrasó buena parte de la costa del Pacífico ecuatoriano, hay cada vez menos esperanza de hallar personas con vida entre las ruinas, donde trabajan afanosamente socorristas en medio del fuerte olor a cuerpos en descomposición.
El último balance oficial cifró en 587 los fallecidos, de los cuales 29 son extranjeros. Además, hay 5,733 heridos y más de 20,000 albergados.
“La reconstrucción será larga, pero juntos superaremos esta tragedia”, tuiteó este jueves el presidente Rafael Correa, tras anunciar la víspera un aumento de dos puntos de IVA (de 12% a 14%) durante un año y aportes salariales obligatorios de un día de sueldo por cada mil dólares mensuales de salario.
El gobierno, que calculó los daños del terremoto en unos US$ 3,000 millones, prevé captar US$ 70 millones de las contribuciones por patrimonio, US$ 160 millones sobre las utilidades, US$ 86 millones de los aportes salariales y US$ 720 millones por el aumento del IVA.
“La expectativa de recaudación general sería máximo de US$ 1,000 millones “, dijo este jueves el director del Servicio de Rentas Internas (SRI), Leonardo Orlando.
Según una estimación oficial preliminar, el sismo destruyó unos 800 edificios, afectó a otros 600, dañó carreteras e hizo colapsar la infraestructura en zonas turísticas, principal actividad de la costa, un duro golpe para este país dolarizado y petrolero, severamente azotado por la apreciación de la divisa estadounidense y por la caída de los precios del crudo.
Turismo
El terremoto con epicentro en el balneario Pedernales, en la provincia de Manabí, a unos 180 kilómetros al norte del puerto de Manta, golpea en especial al pujante sector turístico.
“Nos preocupa lo que vendrá después, cómo reconstruir y qué hacer para que la gente pueda conservar sus trabajos y esto no se convierta en una crisis social”, dijo a la AFP el presidente de la Federación Hotelera de Ecuador, José Ochoa.
Durante un recorrido por la provincia de Esmeraldas (noroeste), la segunda más impactada, Correa señaló que hay otras exoneraciones tributarias, incentivos para reactivar la economía, sin especificar cuáles. Ya se había informado que el Estado buscará vender algunos activos y que también evalúa emitir deuda.
Estas medidas se suman a inminentes alzas de impuestos, entre otros a la cerveza y a los cigarrillos, que están por aprobarse en la Asamblea Nacional, en un país con grandes necesidades de financiamiento y que además debe afrontar millonarios vencimientos de deuda en el 2016.
“El tema del terremoto le permite al gobierno hacer mucho más aceptable para la población este tipo de incrementos impositivos, que le van a ayudar a pasar de mejor manera el año”, explicó el economista Alberto Acosta.