El crecimiento económico de China se aceleró en el segundo trimestre frente a los tres meses anteriores, pero aún se necesitan más medidas modestas de apoyo estatal, dijo el primer ministro Li Keqiang.
Hablando en una conferencia de prensa con la canciller alemana, Angela Merkel, de visita en Pekín, Li dijo que la economía de China todavía enfrenta una presión a la baja y sostuvo que el Gobierno aumentará el uso de medidas específicas para impulsar el crecimiento.
Sus declaraciones de alguna manera optimistas podrían fortalecer la confianza del mercado antes de que se divulgue el 16 de julio el informe económico del segundo trimestre del año. Analistas consultados por Reuters esperan que el crecimiento de China en el periodo abril-junio se haya mantenido estable en 7.4%.
“El desempeño económico de China en el segundo trimestre ha mejorado desde el que registró en el primer trimestre. Sin embargo, no podemos bajar la guardia ante las presiones a la baja”, declaró Li.
“Mantendremos nuestro esfuerzo y no adoptaremos fuertes estímulos económicos. En lugar de ello, incrementaremos la fuerza de las medidas enfocadas”, dijo el primer ministro.
Para apuntalar el crecimiento de la economía china, que tocó un mínimo en 18 meses del 7.4% en el primer trimestre del 2014, las autoridades han reducido los impuestos, ordenado a los gobiernos regionales que aceleren el gasto y disminuyan la cantidad de dinero en efectivo que algunos bancos deben tener como reservas.
Estas llamadas “medidas enfocadas” tienen como objetivo ayudar a áreas de la economía con necesidades reales de negocios y es un rompimiento con el pasado, cuando China reducía las tasas de interés o los requerimientos de reservas de todos los bancos y aumentaba el gasto en todo el país.
Pero ante el rápido crecimiento del crédito en los últimos años, algunos expertos, entre ellos el Fondo Monetario Internacional, han instado a las autoridades chinas a desistir de flexibilizar intensamente la política monetaria y centrarse más en alcanzar las reformas necesarias.
Una serie de sondeos sobre los sectores manufacturero y de servicios de China sugiere que el crecimiento en la segunda mayor economía del mundo podría haberse estabilizado en meses recientes, aunque un enfriamiento del sector inmobiliario se erige ahora como la mayor de las amenazas.
El líder chino agregó que las autoridades ajustarán adicionalmente las políticas y dijo que cree que éstas podrán cumplir el objetivo de crecimiento del Gobierno para este año en torno al 7.5%.
Sin embargo, agregó que las autoridades no tienen previsto ningún programa de estímulo a gran escala.